Orange multada por declarar en Hacienda un premio que nunca entregó

Acabamos de conocer la multa impuesta a Orange por declarar unas retenciones a cuenta del IRPF procedentes de un premio que nunca llegó a entregar a la ganadora. Ahora la operadora deberá pagar los gastos e indemnizar por daños y perjuicios a la afectada.
Un laudo dictado por la Junta Arbitral Regional ha impuesto una multa a Orange de 516,15 euros en concepto de daños y perjuicios así como de gastos, que deberá pagar a una persona a la que nunca llegó a entregar un premio pero sí declaró en Hacienda. Todo se remonta a mayo de 2013, donde la operadora remitió a la afectada un certificado de retenciones a cuenta del IRPF de rendimientos procedentes de la obtención de premios.
declarar en su renta las retenciones derivadas de este regalo. En un primer momento, la afectada se puso en o con la compañía, donde no le resolvieron el problema.
En un segundo momento, tras un arbitraje, Orange reconoció que “por una incidencia ese iPad, no llegó a ser entregado al cliente». Al demostrarse que la afectada no había recibido el premio, la Junta Arbitral ha impuesto a Orange la obligación de abonar a esta persona la cantidad comentada al principio del artículo.
El importe de 516,15 euros es el resultante de sumar el 50% de la cantidad declarada por el premio por daños y perjuicios, la cuantía que dejó de percibir en la renta por tener que declarar lo anterior y los gastos totales de todo el proceso, como son el desplazamiento y el material utilizado.
Promoción engañosa de Orange
Según podemos leer en la página web de FACUA-Consumidores en Acción, las actuaciones de Orange en relación a este premio, incumplen el artículo 22 de la ley 29/2009 de 30 de diciembre de 2009. Por ello, se entiende que la manera de actuar de la compañía puede llegar a considerarse una práctica desleal por engañosa, englobada en las promociones señuelo.
Hay que remarcar que existe una prohibición de enviar promociones y regalos que no han sido solicitados por los s. Es necesario el consentimiento explícito. Además, estos no pueden suponerles ningún gasto o repercusión económica negativa, como ocurrió con la afectada por no haber recibido el iPad.