Estamos acostumbrados a utilizar dispositivos móviles tales como teléfonos inteligentes y tabletas con pantalla táctil. El tacto es nuestra forma de introducción y el dispositivo devuelve una respuesta en forma de sonido -tono-, o bien de vibración, pero Microsoft quiere ir más allá dando incluso textura a las pantallas.
Si bien es cierto que la evolución de las pantallas táctiles a nivel de software y, por otra parte, la evolución de los teclados -software- nos han llevado a optimizar el ritmo de escritura -introducción de texto- y a minimizar los fallos, aún los teclados mecánicos se mantienen como opción ideal para este tipo de tareas. No obstante, en ciertas ocasiones no podemos utilizar un teclado mecánico por cuestiones de movilidad, por lo que no cabe duda de que es necesario mejorar la introducción en las pantallas táctiles. Así es como lo ve también Microsoft, que prepara varios prototipos diferentes para pantallas táctiles que llevan la respuesta háptica -respuesta que ofrece una pantalla táctil al ser tocada- mucho más allá de un simple tono, o una ligera vibración.
¿La vuelta a las pantallas táctiles resistivas?
A diferencia de las pantallas táctiles capacitivas que utilizamos actualmente, las pantallas resistivas, las cuales apenas están presentes en el mercado de los dispositivos móviles, trabajaban de una forma más física que las actuales. Y es que, mientras que las actuales reciben la introducción de comandos por una reacción eléctrica, las pantallas resistivas sí necesitaban que «hundiésemos» su capa más externa. De esta forma, aunque requerían de una presión mayor, puesto que las más nuevas ni siquiera requieren de presión por parte del , sí es cierto que transmitían una mayor sensación de respuesta por parte del hardware. Ahora bien, esa era la única parte más positiva, junto con la mayor resistencia que ofrecen los es resistivos. Sin embargo, los es táctiles capacitivos nos han abierto posibilidades como la introducción multitáctil o unos niveles de brillo mayores entre otros aspectos.
Después de lo anterior llegamos a la conclusión de que, en cierto modo, con el paso de las pantallas táctiles resistivas a las capacitivas, efectivamente, hemos perdido una cualidad importante. Ahora bien, no tendría ningún sentido la «vuelta a las pantallas resistivas». Por ello, Microsoft está trabajando con diferentes tecnologías que ya ha aplicado a algunos prototipos, como podíamos observar en el vídeo anterior. Estas nuevas tecnologías darían lugar no sólo a una sensación de introducción con mejor respuesta, sino incluso a texturas diferentes en la pantalla, lo que facilitaría en un enorme grado la introducción de texto sin hacer uso de la vista, sino sólo del tacto.
Tecnología diseñada para el tacto, también para invidentes
Considerando cierto lo que Hong Tan señalaba, es decir, que la tecnología que utilizamos a diario está diseñada para ser utilizada, sobre todo, con la vista, nos encontramos con un problema importante. La discapacidad aleja, en ciertas ocasiones, a los s de poder utilizar ciertas tecnologías. Si bien es cierto que en el caso de la telefonía se trata de adaptar la tecnología a los invidentes, aún hay mucho camino por recorrer para convertir estas plataformas en un ecosistema uniforme para todo tipo de s. Por ello, uno de los saltos fundamentales que los dispositivos móviles deberían dar es precisamente este: estar diseñados para utilizarse con el tacto.
Ya no estamos hablando de abordar otros sentidos para la utilización de nuestra tecnología, lo cual podría complicar considerablemente el desarrollo de estas evoluciones y prorrogar el tiempo de espera, sino que estamos hablando del tacto. Y es necesario recalcarlo porque, a fin de cuentas, ya utilizamos el tacto en gran medida para nuestros dispositivos. Pero, ¿podemos valernos sólo del tacto? No, claro que no, y no es un aspecto que perjudique sólo a invidentes, sino también al «regular». Como hemos comentado en la introducción de este texto, la introducción en un teléfono inteligente o en una tableta con pantalla táctil se vuelve casi imposible cuando no estamos mirando el teclado -la pantalla-. Claro, si exigimos un mínimo de precisión.