
El estudio estadístico del mercado de los teléfonos inteligentes demuestra que la demanda tienda en favor de los terminales chinos trimestre tras trimestre. Sin embargo, en muchos casos no es recomendable comprar un móvil chino. ¿Por qué no deberíamos comprar un móvil chino, y qué alternativas tenemos en ese caso?
Evidentemente, afirmar de forma ligera que «no debemos
La garantía, un aspecto clave con fabricantes «desconocidos»
A estas alturas es difícil encontrar un medio de teléfono inteligente que desconozca marcas de dispositivos móviles como Huawei, Lenovo, Xiaomi o Meizu, entre algunas otras. Sin embargo, estos son los catalogados frecuentemente como «fabricantes chinos», por su origen, o como fabricantes «desconocidos», por mantenerse en un nivel de popularidad bastante inferior al que disfrutan los «líderes» como Samsung, LG Electronics o Sony. Ahora bien, hay fabricantes que se desconocen aún en mayor medida, y es con estos con los que debemos estar atentos a las condiciones que presentamos.
Cuando un teléfono inteligente, y lo mismo nos ocurre con una tableta, presente algún tipo de problema técnico de fabricación con alguno de sus componentes de hardware, lo más normal es que la reparación se acoja a las condiciones de garantía del fabricante determinadas por la legislación europea. Sin embargo, cuando un terminal es importado es altamente probable que ni siquiera cumpla con los requisitos, en materia de garantía, establecidos en nuestro continente. Esto puede no suponernos ningún problema cuando la vida útil del equipo, o al menos los primeros dos año de uso, pasan sin haber sufrido ninguna consecuencia de una mala fabricación, o cualquier incidente derivado de lo mismo.
Un teléfono chino nos aleja de lo más interesante de Android
Probablemente este aspecto no interese a todos los lectores y será decisivo para los s más avanzados, pero también es un factor que debemos valorar y, por lo tanto, que es necesario exponer. Una de las características más atractivas del sistema operativo móvil de Google, Android, es que está basado en Linux y, por lo tanto, es un sistema operativo «abierto». Así, gracias a esto, podemos disfrutar de permisos de super -root-, lo que nos acerca a personalizar al máximo la experiencia con nuestro dispositivo móvil. Pero no sólo es importante poder rootear el equipo, o desbloquear el bootloader, sino que también es fundamental contar con una comunidad de desarrolladores que trabaje por y para el modelo que utilizamos.
Mientras que para teléfonos inteligentes populares -económicos o no, de gama baja o no- encontraremos todo tipo de modificaciones, ROMs y kernels, los dispositivos menos conocidos cuentan, en el mejor de los casos, con un sistema de rooteo. Por lo tanto, comprar un terminal «reconocido» es sinónimo de, haga lo que haga el fabricante, disfrutar siempre de la última versión de Android, todo gracias a los desarrolladores de grandes comunidades como XDA – developers.