Está en la mayoría de casas en España desde hace décadas y se ha convertido en un aparato imprescindible aunque hayamos cambiado el uso. Aunque estemos en tiempos de Smart TV y televisión a la carta, hay hogares en los que hay hasta cuatro o cinco aparatos en las diferentes habitaciones. Pero, ¿cómo empezó todo? ¿Cuál fue el primer televisor y por qué?
No hace falta ser demasiado viejo para recordar que antes no solo no podías cambiar de canal con el móvil sino que ni siquiera tenías un mando a distancia con el que elegir. Había que levantarse. Tampoco teníamos demasiados canales entre los que elegir… así vemos lo mucho que ha cambiado todo hasta hoy.
Orígenes y principios
El primer televisor comercial fue creado en 1926 por John Logie Baird. Pero la idea llegó mucho antes. A finales del siglo anterior, en 1884, Paul Nipkow creó el disco mecánico con la idea de mostrar imágenes en movimiento. Se acercaban a la idea del electrodoméstico fundamental que es hoy, pero no tal y como lo conocemos. Fue solo unos años después, en 1900, cuando se popularizó la palabra. Cuando nació el concepto “televisión”. Fue por parte del ruso Constantin Perskye, un científico que utilizó la palabra en el primer Congreso Internacional de Electricidad aunque aún quedaría hasta conocer la caja como la conocemos a través de imágenes y de la historia.
Estos televisores estaban basados en la tecnología del disco de Nipkow que se componía de un disco que contenía una serie de agujeros en espiral que permitían realizar una exploración línea a línea sobre una imagen iluminada. Desde el año 1928 a 1934 los televisores eran radios con un añadido que consistía en un tubo de neón detrás de un disco de Nipkow y que eran capaces de producir una imagen del tamaño de una estampilla y que una lente era capaz de ampliarla al doble de su tamaño.
El primer televisor electrónico del mundo fue creado por Philo Taylor Farnsworth en 1927. El sistema de Farnsworth capturaba imágenes en movimiento utilizando un haz de electrones (una cámara primitiva). La primera imagen transmitida por televisión fue una simple línea. Más tarde, Farnsworth transmitió un signo de dólar usando el televisor. Entre 1926 y 1931, los inventores de televisores mecánicos continuaron ajustando y probando sus creaciones. Sin embargo, todos estaban condenados a quedarse obsoletos en comparación con los televisores eléctricos modernos: en 1934, todos los televisores se habían convertido al sistema electrónico.
Los años 90: nuevos canales privados
En los años 90 se empezó a popularizar el uso del mando a distancia, las pantallas crecen y se empieza a dar importancia a la calidad de la imagen como la pureza del negro, la reproducción del color, etc. Es en esta época donde se popularizan los televisores de proyección con tecnología DLP. Estos televisores permitían proyectar la imagen sobre una pantalla translúcida y permitía tamaños de pantalla de 100 pulgadas o más. Este tipo de tecnología no daba buen resultado en estancias muy iluminadas por lo que se recomendaba usarlas en salas oscuras. Comienza la guerra de tamaños de pantalla, con la salvedad de que eran televisores «con culo», por lo que aumentar el tamaño de la pantalla requería de mucho espacio en el salón.
Los años 90 en España supusieron un gran cambio en la televisión porque llegaban nuevos canales, nuevas televisiones privadas que conseguían cobertura en todo el territorio nacional y no solo había que “conformarse” con las autonómicas o TVE. Antena 3 llegaba en diciembre de 1989 y después lo haría Telecinco en marzo de 1990 y Canal+ en septiembre del mismo año. Llegaban series míticas como Los ladrones van a la oficina o Farmacia de Guardia y Antena 3 se convertía en la primera cadena de televisión que emitía un debate político entre dos candidatos. También Telecinco dejó grandes series en esos años como Al salir de clase o Médico de familia.
El 2000 y las pantallas planas
Con la llegada del año 2000 aparecieron los primeros televisores con pantalla plana dando el relevo a los televisores de tubo. Esta nueva tecnología permitía tener pantallas de mayor tamaño en un diseño plano que permitía colgar de la pared estos nuevos modelos. También aparecen las primeras emisiones en HD.
En la primera década del nuevo siglo aparecen diferentes tecnologías para televisores de pantalla plana:
LCD
Las pantallas LCD son pantallas basadas en los cristales líquidos, estos elementos se colocan entre dos capas de cristales polarizados. Dependiendo de la polarización que se aplique, el LCD absorberá más o menos luz y serán más o menos oscuros. Las pantallas LCD incorporan un filtro RGB para poder ver las imágenes en color. Uno de los problemas que solían sufrir estas pantallas era el efecto fantasma o efecto estela y era notable en movimientos rápidos de la escena.
Estas pantallas en realidad diseñaron bastante antes, concretamente el primer televisor LCD que consta es de finales de la década de los 80. En los 90 es cuando comenzamos a ver cada vez más televisores y pantallas LCD, y fue a partir de los 2000 cuando estas comenzaron a reemplazar casi por completo a los televisores CRT en los hogares.
Plasma
En esta época también llegaron los televisores de plasma. Dispositivos con pantalla plana de gran formato. A diferencia de las pantallas LCD, los televisores de plasma tenían un mayor ángulo de visión, el tiempo de respuesta era mucho más rápido por lo que desaparecía el efecto fantasma, tenía mayor número de colores, siendo estos mucho más reales y vívidos y el contraste era muy alto.
Por el contrario, eran televisores que emanaban mucho calor, consumían mucha energía eléctrica y si la pantalla permanecía encendida mucho tiempo mientras se muestran imágenes estáticas, se quedaban sobrescritas en pantalla permanentemente. Es cierto que estos funcionaron a los fabricantes muy bien durante un tiempo (ya que la calidad de la imagen era bastante superior a los LCD), pero estos acabaron por «morir» años más tarde.
LED y OLED
Con la popularización de las pantallas planas aparece también las tecnologías LED y OLED. Las ventajas de estas pantallas respecto a las pantallas de plasma o LCD era una mayor delgadez y flexibilidad, eran televisores más económicos con mejor brillo y contraste y requerían de un menor consumo energético y tenían una mejor visión bajo ambientes iluminados.
No todo eran ventajas, ya que el tiempo de vida era más corto, el proceso de fabricación era más caro en ese momento y tenían un mayor impacto medioambiental. Con la llegada de esta tecnología se empezaron a popularizar los televisores 3D. A día de hoy, la mayoría de televisores que vemos en los hogares son de una de estas dos tecnologías, ya que con el tiempo se han vuelto incluso bastante económicos.
Emisiones digitales (TDT)
En los años 2000 se desarrolla la Televisión Digital Terrestre con todo lo que ello implicaba. Todas las antenas de televisión de nuestros hogares tuvieron que ser adaptadas para poder recibir la nueva señal digital de televisión. Ello supuso también que había que adaptar también todos los televisores para que pudieran reproducir estas emisiones. Muchos optaron por conectar un receptor TDT a la toma externa de la televisión. Era un poco engorroso porque pasábamos a tener dos mandos para controlar el televisor. Algunos tenían puerto USB y nos permitían grabar los contenidos de la TDT incluso programando las grabaciones para verlas posteriormente. Muchos optaron por cambiar de televisor, los nuevos modelos incluían de serie el receptor para TDT sin necesidad de tener dos dispositivos.
La ventaja es que comenzaron los nuevos canales TDT privados que multiplicaban la oferta televisiva: Clan, Teledeporte, Antena Neox (ahora Neox), Antena Nova (ahora Nova), Energy, Boing y muchos más. En esta época también surgieron los nuevos canales nacionales y generalistas La Sexta y Cuatro. Que posteriormente serían absorbidas por el Grupo Atresmedia y Mediaset respectivamente. La variedad y cantidad de canales que podíamos sintonizar en nuestros televisores nunca había sido tan amplia.
La Televisión Digital Terrestre ha ido evolucionando con el paso de los años. También en su resolución, que desde 2024 ya es imperativo legal que se ofrezca en HD. A partir de este punto, solo los televisores que iten la sintonización de los canales en HD pueden seguir viendo la TDT. Esto significa que aquellas teles que no tenían un sintonizador DVB-T, que es el estándar de transmisión de la TDT en HD, y no eran compatibles con la calidad en alta definición, lo cierto es que dejaron de funcionar en la visualización de la TDT.
Sin embargo, gracias al auge de otros formatos, los recursos destinados a la TDT podrían emplearse para otras tecnologías y la Televisión Digital Terrestre estaría en peligro.Tras el primer y segundo Dividendo Digital, la TDT en nuestro país utiliza la banda de espectro 470-694 MHz, conocida como sub700MHz. Precisamente este último resquicio es el que está en peligro, pues el a esta banda no está garantizado a largo plazo.
Además, está previsto un nuevo salto en la Televisión Digital Terrestre con el que se pretende pasar del estándar DVB-T2 y dejar de lado la versión DVB-T. Básicamente, esto dará como resultado que se puedan añadir más canales en calidad 4K a la TDT. Por lo que es una de las mejores que están programadas para los canales de televisión en España.
Desde 2010 hasta hoy
La última gran revolución en los televisores fue la popularización de las Smart TV, que han convertido a nuestras teles en dispositivos capaces de realizar una gran cantidad de tareas más allá de reproducir contenido.
Estos dispositivos se usan para prácticamente todo: escuchar música, ver nuestras series, películas y deportes favoritos, y por supuesto para jugar a videojuegos y hacer uso de nuestras aplicaciones de música y vídeo en streaming como Netflix, HBO Max, Disney+ o Prime Video. Pero también para ver directos en Twitch, o vídeos de todo tipo en YouTube. Por lo que se han convertido en el centro multimedia favorito de una gran parte de los s:
La Smart TV como centro multimedia
En cuanto a videojuegos, el mercado está virando cada vez más hacia el formato digital, y aquí es donde las Smart TV vuelven a jugar un papel fundamental ya que no necesitaremos nada más que una televisión con conexión a internet y un mando para jugar, gracias a los servicios de juego bajo demanda. Pese a su fracaso, Google Stadia fue uno de los pioneros que abrieron camino en este sentido, y otras empresas como Xbox no tardarán en poner a disposición de cualquier sus servicios de juego basados en la nube, también en televisores. El «Netflix de los videojuegos» es inevitable.
En cuanto a las características técnicas de los televisores contemporáneos, encontramos Smart TV con volumen de color al 100% para reproducir una imagen perfecta a resolución 4K, un alto rango dinámico (HDR) realista, con pantallas con mayor vida útil, conexión sin cables y con diseños cuidados que permiten combinar con la decoración de los hogares. También, los televisores 3D comenzaron a hacerse un hueco en el mercado, impulsados por populares éxitos de taquilla en 3D como Avatar y adaptando una gran cantidad de títulos e incluso videojuegos a este formato, que por otro lado no se ha convertido en un estándar.
La estandarización de la resolución 4K
Actualmente, cualquier televisor que puedas comprar podrá reproducir contenidos en 4K y se está empezando a estandarizar el 8K. En esta década hemos visto como el tamaño de las pantallas no dejaba de crecer ofreciendo tamaños de 50” o 55” como el nuevo estándar de tamaño. La resolución 4K reduce a la mitad la distancia óptima para ver la tele, es más difícil que percibamos una pantalla pixelada porque ofrece una resolución horizontal de 4.000 píxeles. Por ejemplo, si disponemos de 1,5 metros entre el Smart TV y nosotros, con los televisores que reproducen resoluciones HD podríamos utilizar un tamaño de pantalla de entre 30 y 40 pulgadas. Con las resoluciones 4K y 8K (8.000 píxeles de resolución horizontal) podríamos optar a tamaños de hasta 75 pulgadas.
Por ejemplo, el tiempo de consumo diario por espectador (sobre los que encienden/ven la televisión cada día) es de 292 minutos. Sin embargo, cada persona (sobre el universo de población de 46,2 millones) dedica un promedio de 2 horas y 56 minutos al día a ver la televisión tradicional, lo que supone una reducción de 8 minutos (un 4% menos) con respecto a datos previos. El cambio no es casual y marca una tendencia a la baja año tras año.
Si queréis otros datos demográficos y sociológicos, os podemos contar que los grupos sociodemográficos que más tiempo consumen televisión (persona/día) son las mujeres (189 minutos) y los mayores de 64 años (333 minutos) y, por regiones, Asturias (203 minutos), Castilla La Mancha (199 minutos) y Galicia (190 minutos).