Ayer nos preguntábamos si es razonable pagar 5 euros por alquilar una película en un servicio de streaming y hoy vamos un pasó más allá. Ver un único partido de fútbol en nuestro país de forma “legal” tiene un coste de casi 10 euros, una cuota desorbitada, fuera de mercado y poco coherente con el precio mensual que nos permite ver todos los partidos.
Industria audiovisual y Gobierno se mantienen firmes en su idea de reducir la piratería en nuestro país, aunque sus medios no parecen los más adecuados. Yo tengo clarísimo que el principal problema de este país es la falta de una oferta de contenido decente, completa y sin obligaciones a largo plazo. Lo poco que tenemos no se adecua a la realidad de este país, ni a los sueldos ni a las necesidades de los s. En el caso del cine online, nos llevamos las manos a la cabeza al tener que pagar 5 euros (el doble que algunos videoclubs) por alquilar durante 48 horas una película.
Pero la cosa es aún más sorprendente (usemos esa palabra) cuando hablamos del fútbol. Este deporte que mueve miles de millones de euros es un auténtico negocio y nadie parece querer soltar el bocado. Esta noche se juega la ida de semifinales de la Copa del Rey entre Barcelona y Villareal y son muchos los que no querrán perderse lo que será, a buen seguro, un gran partido de fútbol. El partido se emite en exclusiva en televisión por Canal+1, cuyo precio en ver fútbol por la tele.
¿Qué deben hacer los operadores para aumentar el número de abonados? ¿Es la solución poner partidos sueltos a 2 o 3 euros?