Cuando utilizamos un ordenador por primera vez, todo va fluido y rápido. A medida que pasa el tiempo, por las instalaciones y modificaciones que hacemos, el rendimiento va menguando progresivamente, además de por las nuevas exigencias a nivel de hardware. Ahora bien, ¿qué podemos hacer para dejar nuestro Mac como nuevo, sin necesidad de formatear e instalar el sistema operativo de nuevo?
Si queremos dejar nuestro Mac como nuevo, una solución es formatear y reinstalar el sistema operativo. Ahora bien, esto nos llevaría a tener que instalar de nuevo todos nuestros programas, lo que sin duda es un proceso tedioso. Por ello, en esta publicación te mostramos los mejores trucos para dejar tu Mac como nuevo sin necesidad de formatear. La intención, en cualquier caso, es conseguir que el ordenador funcione tan rápido como cuando lo compramos.
Libera la memoria RAM para lograr mayor fluidez
De la memoria RAM depende, en cierto modo, que el equipo funcione de forma fluida. La gestión de RAM en las últimas versiones del sistema operativo de Apple se ha optimizado para dar un soplo de aire fresco a ordenadores más limitados por sus componentes de hardware, pero nosotros también podemos controlar de forma manual la carga a la que estamos sometiendo nuestros módulos de RAM. Para ello, contamos con aplicaciones como MemoryClean, que nos ayuda a conocer qué está consumiendo cuánta memoria RAM.
Si te atreves con el hardware, esto es lo mejor que puedes hacer
¿Cambiar el procesador de tu Mac? Prácticamente imposible. Por lo tanto, hay otras opciones que podemos tener en cuenta en según qué modelos de Mac. En primer lugar, no debemos desestimar el poder de una unidad de estado sólido. Las memorias SSD aportan una mayor velocidad de lectura y escritura, lo que en definitiva se traduce en un rendimiento realmente superior y, por otra parte, experimentaremos arranques mucho más rápidos. De hecho, en los últimos portátiles Mac hemos visto cómo Apple sustituía los discos duros por unidades de estado sólido. ¿El resultado? Un rendimiento muy superior.
Tampoco es mala idea, ni muchísimo menos, considerar aumentar la memoria RAM de nuestro ordenador. Gracias a esto, aliviaremos la carga del procesador y conseguiremos, al mismo tiempo, mantener la posibilidad de ejecutar un mayor número de procesos en segundo plano. De esta forma, podremos tener más aplicaciones abiertas sin experimentar graves caídas en el rendimiento del sistema.