Instalar un SSD (Disco duro sólido) en nuestro ordenador es algo básico a la hora de actualizar un equipo antiguo e indispensable con uno más actual. Las ventajas de rendimiento que nos otorga el arrancar el sistema operativo desde esta unidad, son considerables y hoy vamos a conocer de qué forma podemos optimizar nuestro SSD en sistemas Windows.
Desfragmentar no es buena idea
Algo que nos ayudará también a poner a punto nuestra unidad será evitar la desfragmentación programada del disco SSD, esto se puede realizar a través de la opción de desfragmentación de disco de Windows (seleccionando con el botón derecho la pestaña herramientas, dentro de las propiedades de la unidad SSD), y fijándola como programada para permitirnos establecer dicho periodo, que no deberá ser demasiado frecuente ya que la desfragmentación afecta al rendimiento del disco.
Mantén actualizado el firmware
Otro consejo del que podemos echar mano para optimizar el SSD es desactivar el indizado del contenido en el disco –de nuevo a través de las propiedades del disco, esta vez en la pestaña general-, aunque nuestros compañeros nos recomiendan no desactivar la búsqueda de Windows Search para tener disponible esta función para la localización de archivos. Por último, es posible que en ocasiones nuestro propio dispositivo tenga algún problema de rendimiento que puede ser fácilmente subsanable actualizando al firmware más reciente mediante las herramientas que pone a nuestra disposición el propio fabricante.