Viajar en avión ya no supone enfrentarse a horas de vuelo leyendo un libro o mirando por la ventana. Poco a poco, las aerolíneas van introduciendo nuevas tecnologías que permiten disfrutar de un enorme surtido de servicios de ocio digital que sin embargo han ido sacrificando comodidades en los aviones al “comerse” parte el espacio entre los asientos.
Aunque siguen sin ser tan necesarios en trayectos cortos, contar con una buena oferta de productos y servicios de entretenimiento para los pasajeros del avión puede suponer una forma de diferenciación clave para una aerolínea. Ya os hemos comentado otras veces como la conexión inalámbrica a través de
La ubicación de las cajas de sistemas de ocio es un problema
En otras aeronaves la solución obvia es perjudicial ya que el gran tamaño de estas cajas de ocio junto con el de butacas estrechas forma un cóctel imposible que únicamente logra el descontento de los pasajeros. Las propias compañías pueden ofrecer a los pasajeros la información acerca de su asiento. Comprobar antes de comprar el billete si tenemos a nuestro alcance los elementos disponibles para disfrutar de un viaje muy entretenido sin renunciar a la comodidad, es vital para ahorrar pasar un mal rato.
Los nuevos aviones ya se construyen pensando desde el inicio en incorporar esta gama de servicios de entrenamiento digital y ocio. Por ello, su ubicación oculta a los ojos de los clientes bajo los pasillos del avión es la mejor opción, pero de nuevo el problema existe en el gran número de aeronaves que no contemplaron este punto en su momento y ahora deben adaptarse para ofrecer servicios como televisión o videojuegos abordo.
¿Creéis que vale la pena sacrificar algo de comodidad para tener mejores servicios de ocio digital abordo?