Competir en la gama alta es cada vez más complicado. La irrupción de nuevos fabricantes asiáticos que ajustan los precios al máximo y una situación económica que no es idílica, son algunas razones para entender lo que pasa a Samsung y que le llevará a ajustar el precio de su buque insignia: el Samsung Galaxy S6 y su versión Edge. Los últimos resultados trimestrales han forzado esta decisión.
La demanda del nuevo Samsung Galaxy S6 no ha terminado de cumplir con las expectativas del fabricante coreano, situándose ligeramente por debajo. En el anuncio de sus últimos resultados financieros, el gigante de la electrónica ha reconocido que su división móvil se enfrenta a un entorno complicado, por lo que han decidido ajustar los precios de su teléfono estrella, en sus dos variantes, para mantener las ventas en niveles óptimos.
El Samsung Galaxy Note 5 será de nuevo una de las estrellas de la firma, apostando en esta ocasión por el metal en su construcción. Tendremos una gran pantalla de 5,7 pulgadas Quad HD, un procesador de fabricación propia Exynos 7422 y 4GB de RAM. La cámara de fotos seguirá la alta calidad marcada por el S6 y la batería se quedaría en 4.100 mAh para asegurar la autonomía. Por su parte, el Samsung Galaxy S6 Edge+ apostaría por el mismo hardware pero con la revolucionaría pantalla curvada.