Comenzaremos con un término ya tan habitual y que forma parte de nuestra vida cotidiana como son los teléfonos inteligentes, unos dispositivos que hace tan solo unos años nos parecían de ciencia ficción pero que a día de hoy a muchos de nosotros nos parecen imprescindibles.
De manera paralela o con poca diferencia de tiempo nos fuimos encontrando con otro conceptos tales como el trabajo en la Nube, la domótica, asistentes personales por voz, los smartwatch o la realidad virtual. Estas son unas tecnologías que, aún sin haber causado un impacto tan enorme en la sociedad, quizá al no haber avanzado de modo tan desmesurado como lo han hecho los mencionados dispositivos móviles, poco a poco van evolucionando y empezamos a ver diversos usos aplicables al modo de vida actual.
A esto tenemos que sumarle un concepto que en los últimos meses está adquiriendo cierta importancia y del que ya hemos hablado en diversas ocasiones, nos referimos al llamado «Internet de las cosas». Si todo esto lo miramos desde una perspectiva global, uniendo todas estas tecnologías para que trabajen de manera conjunta podremos hacernos una idea de hacia donde nos conduce el futuro.
Quizá ya no quede tan lejano un futuro en el que dispongamos en casa de todo tipo de electrodomésticos conectados a Internet, manejados de manera remota a través de cualquier dispositivo móvil y que a su vez este podamos controlarlo bien por medio de la voz, bien por gestos en el aire con las manos o incluso rozando nuestra ropa. Aunque suene a ciencia ficción, en la actualidad ya hay proyectos en marcha para todo esto y se empiezan a vislumbrar los primeros productos reales y prototipos.
Ahora bien, en esta líneas queremos hacer un especial hincapié en la manera en la que todas estas tecnologías influirán en productos tan de uso diario como son nuestros automóviles. A nadie se le escapa que todos estos conceptos de los que hemos hablado, además de para mejorar nuestro nivel de vida, servirán a todo tipo de empresas para acceder de manera más directa, rápida y personalizada a posibles futuros clientes. Para estas tareas ya están trabajando Apple en su iBeacons y Google con su Web Física.
Aunque no todo iba a ser tan bonito, tal y como ha quedado demostrado estos últimos días, ya que como hemos podido saber, ya hay gente capaz de hackear estos coches inteligentes y tomar el control sobre los mismos, con el enorme peligro que esto conlleva. En concreto, tal y como os hacíamos saber hace escasos días, dos hackers ya han podido acceder al ordenador de a bordo de un Jeep Cherokee tomando el control del aire acondicionado, la pantalla multifunción, los limpiaparabrisas e incluso accedieron al motor para apagarlo. A esto hay que sumar lo logrado por el investigador Sammy Kamkar y su dispositivo OwnStar, con el que es capaz de vulnerar la seguridad del sistema OnStar de los vehículos de General Motors. En este caso la intromisión en el sistema se reduce a abrir el coche, arrancarlo y realizar un seguimiento del mismo, pero es algo también sumamente preocupante.
Con esto podemos llegar a la conclusión de que al igual que en su día ocurrió con los PCs, hoy con los dispositivos móviles y con el trabajo on-line, cuando hablemos más en serio de los coches inteligentes uno de los apartados que quizá más sigan preocupándonos sean los de la seguridad ante ataques maliciosos.
Y eso que nos nos hemos adentrado en el mundo de los tan mencionados en estos tiempos coches autónomos, productos en los que Google está poniendo un especial interés, incluso provocando ya un accidente con heridos leves, o de los que se especula que puedan ser la solución a la discordia provocada por la empresa Uber.
¿Hasta dónde llegarán nuestros automóviles, realmente tan cerca estamos de ver por la calle algo parecido a KITT?