Haciéndose pasar por otra persona, organismo o entidad, en un ataque de phishing se contemplan todo tipo de argucias para engañar al , ganarse su confianza y de esta forma conseguir información confidencial, como datos bancarios y otro tipo de información sobre el mismo. Ahora bien, hay formas de prevenir el phishing, y en esta publicación te ofrecemos un total de 10 consejos que te ayudarán a estar más seguro en Internet.
El phishing no es un cuento chino, pero las técnicas de este tipo de ataques sí son dignas del guion de una película de comedia. Y es que, aunque a simple vista puede parecer creíble, cuando revisamos el detalle de estos mensajes de correo electrónico, es fácil ver los errores. Y aunque hablaremos de correo electrónico por norma general, porque es la vía mayoritaria, pero este tipo de ataques también se producen vía redes sociales, por ejemplo. Y sin más entretenimiento, vamos con esos 10 consejos para protegerte del phishing en Internet.
Cuidado con los enlaces (URLs) acortados
Cuando una URL o enlace a una página web es acortada por servicios ajenos a la compañía a del sitio web, atento. ¿Qué quiere decir esto? Que si la web destino es, por ejemplo, la del banco BBVA, poco sentido tiene que el enlace que nos lleva a la página sea del tipo «bit.ly», por ejemplo. Por lo tanto, si ves una URL acortada que te sugiere acceder a sitios web donde de forma normal introduces credenciales, mucho ojo, porque podría ser el primer indicio de un ataque de phishing.
Incluso los «enlaces normales» tampoco son fiables si…
Ya hemos visto que una URL no está acortada, entonces… ¿nos podemos fiar ya? Rotundamente, no. Si vas a acceder a la página web de tu entidad bancaria, lo mejor es que lo hagas de forma manual. Es decir, en lugar de acceder a través de un hipervínculo en un mensaje de correo electrónico recibido, lo recomendable, y lo más seguro, es que lo hagas utilizando tu navegador web, e introduciendo la URL correspondiente a mano. De esta forma, evitas posibles redirecciones hacia páginas web fraudulentas, algo que tratamos un poco más adelante.
Sospecha (siempre) de los mensajes de correo electrónico
De acuerdo con que el correo electrónico puede ser la forma de comunicación oficial, por así decirlo, de tu entidad bancaria. Vale, pero eso no quiere decir que cualquier mail que te llegue en nombre de tu banco, sea realmente enviado por la compañía. Efectivamente, el phishing se basa en varios pilares fundamentales para engañar a la víctima, y debemos tener en cuenta exactamente lo siguiente:
- Suplantan la identidad real del cebo utilizando su nombre e imagen de empresa, para dar confianza a la víctima.
- El remitente es el de la compañía real, o el de un empleado, a menudo ficticio, de la compañía real.
- Las páginas web a las que apuntan son falsas, pero adoptan la misma imagen que las reales.
- Encuestas, recuperación de cuentas y regalos son algunos de los cebos para robar a la víctima.
Según lo anterior, por lo tanto, es recomendable que desconfiemos de forma sistemática, y de forma rápida comprobemos todos los factores clave que podrían cifrado SSL/TLS, lo que podrás comprobar revisando la URL del sitio web y viendo que aparece «https://…» Si la URL es del tipo «http://», recuerda que corres un grave riesgo, porque tus datos podrían ser interceptados y el intercambio entre tu ordenador y los servidores de la página web no están cifrados. Es decir, es realmente sencillo robar tu información.
Revisa tus cuentas y los s a ellas
Las entidades bancarias muestran en el inicio de sesión un registro con el a cuentas. Es decir, podemos comprobar cuándo se inició sesión por última vez. Evidentemente, si no corresponde con nuestro último , algo raro está pasando. Si es así, lo mejor es que te pongas en o con tu banco de forma urgente, y posiblemente tendrás que cancelar tarjetas y demás.