La carrera de la fibra óptica en España ha sufrido durante este 2015 un auténtico frenazo tras el verano. Con la intención declarada (y más tarde confirmada) de la CNMC de regular el sector, Movistar decidió revisar sus planes de despliegue y el resto de los competidores mantiene la distancia tras definir la estrategia a medio plazo con el objetivo de mejorar la cobertura. La gran perjudicada de todo esto continúa siendo la velocidad de conexión, ya que aunque hace un año parecíamos estar a las puertas de las conexiones de 1 Gbps, lo cierto es que solo Adamo es capaz de ofrecer 1.000 megas y de momento tocará esperar.
Las operadoras no tienen la intención de detener en seco el tren de
La fibra 1.000 megas de Adamo espera al resto de operadoras
Por ahora solo Adamo ofrece una conexión ultrarrápida que alcance los 1.000 megas, pero es de esperar que una vez entrados en 2016, el resto de operadoras empiece a afrontar el reto de alcanzar el giga en la velocidad de conexión. Los servicios convergentes como Netflix se pueden convertir en el gran aliado de los s, ya que buena parte del ancho de banda de nuestra conexión está dedicada al streaming de estas plataformas si están contratadas, una exigencia que es sensiblemente mayor si hablamos de contenidos en resolución 4K.
No obstante, por el momento parece que los propios s siguen siendo más sensibles a un menor precio o a una gama de servicios más completa que a contar con una velocidad superior a la que realmente necesitan y hasta que no comencemos a llegar de manera generalizada al límite de las conexiones, no parece probable que se reactive la carrera por la velocidad de conexión a Internet.
Lástima que aun todavía hay bastantes lugares de España donde no tienen fibra óptica.