En un mundo cada vez menos conectado por lo físico, algunos componentes como los cables, siguen siendo la mejor opción frente al Wi-Fi o la transferencia de archivos on-air para evitar lentitud, cortes e interrupciones en estos servicios. No obstante, a veces podemos sentirnos tentados a la hora de gastarnos más dinero del necesario para comprar un cable y en la mayoría de los casos, los beneficios que este aporta no son directamente proporcionales a su coste y no hará falta invertir mucho más de 10 euros.
Gastar más dinero en un cable caro no es siempre sinónimo de contar con una mayor calidad. Este es el caso de señales de audio y vídeo digital si hablamos de un conector HDMI para nuestra pantalla o televisión, lo mismo ocurre con los cables de red para la conexión a Internet o los cables USB para la transferencia de archivos. Y es que como decimos, si nos centramos en cables para señales digitales como el HDMI, la decisión para adquirir este tipo de componentes debe basarse más en el tipo de contenido que vamos a reproducir, ya que formatos como el 4K o el 3D requerirán