En ocasiones nosotros mismos aceptamos la violación de nuestra propia privacidad

Tenemos que itirlo, casi desde los inicios de la era de la informática, cuando todavía no existían los teléfonos móviles inteligentes o las tabletas a las que estamos acostumbrados hoy día, al igual que ocurre en la actualidad, instalábamos programas en nuestros ordenadores sin molestarnos en leer los contratos de licencia.
Este es un tema que ha adquirido una especial relevancia en lo que se refiere a la seguridad y
De hecho recientes estudios demuestran que más de la mitad de los s no pone atención alguna de los términos del contrato antes de aceptar las condiciones e instalar la nueva herramienta. Por lo tanto no sabemos que, en ocasiones, con esta acción que llevamos a cabo de manera automática, estamos dando permiso a esas herramientas a que tengan total a los datos personales que tengamos almacenados en el dispositivo, todo ello de manera legal, por supuesto. Del mismo modo en otras ocasiones permitimos que los desarrolladores de esas app sepan en todo momento dónde nos encontramos, modificar las configuraciones por defecto de nuestro smartphone o tableta, instalar otras herramientas adicionales, etc; todo sin que seamos conscientes.
No quiere decir que estas acciones de dudosa ética por parte de los desarrolladores de software sucedan siempre, pero basta con que una sola vez aceptemos un contrato de licencia con alguna cláusula «sospechosa», para que pongamos en peligro la seguridad y la privacidad de toda nuestra información privada.
Por lo tanto y más todos aquellos que acostumbráis a instalar y desinstalar nuevas aplicaciones de manera habitual, es recomendable perder unos minutos en leer las cláusulas que estamos aceptando por contrato con el fin de evitar posibles disgustos en el futuro.