La leyenda dice que los niños vienen de París, y el spam de Nigeria. Es mucha la cantidad de spam que se envía a nivel mundial, y hasta hace unos años, llegaba directamente a nuestra bandeja de entrada. Gracias a los filtros que tienen servicios de correo como Gmail o Hotmail, la mayoría no llegan ahora ni siquiera a la lista de correo no deseado.
Son muchas las artimañas que utilizan los creadores de nuevas formas de spam se están imponiendo sobre el correo. Ahora prima el spam en redes sociales como Twitter, Facebook e Instagram. Son esos falsos seguidores que le dan me gusta a tu publicación, o que te comentan para que les conozcas con fotos de llamativas féminas.
Por tanto, recomendamos no pinchar en correos que tengan símbolos en los asuntos, que ofrezcan medicamentos o curas milagrosas, servicios sexuales, o phishing que pretenda hacerse pasar por empresas y que nos pidan introducir nuestras credenciales para acceder a bancos, empresas de pago como PayPal, o identificación del mismo correo electrónico. Las empresas nunca pedirán esos datos por email.