Si alguna vez has viajado a Estados Unidos, sabrás por experiencia que el control fronterizo es estricto y burocrático, donde puedes estar varias horas sólo para salir del aeropuerto. Para poder entrar al país, necesitas rellenar el ESTA y el I-94, unos formularios en los que, aparte de poner tus datos personales, necesitas afirmar que no has estado en la cárcel, que nunca has sido arrestado, o que no has formado parte de actos terroristas o no estás relacionado con el Holocausto en la Alemania Nazi entre 1933 y 1945.
Ahora, para un mayor control, el Departamento de Seguridad Nacional,
Con esta información, Estados Unidos y los departamentos encargados de la seguridad nacional esperan tener datos suficientes para saber si eres un potencial terrorista o si puedes llegar a cometer algún tipo de actividad ilegal en el país.
Esta propuesta, por suerte, parece ser que será voluntaria, y el podrá elegir si compartir sus perfiles de redes sociales con las autoridades americanas.
El programa de formularios cuesta anualmente 300 millones de dólares, y por él tienen que pasar anualmente 32 millones de personas que visitan los Estados Unidos. Este sistema ya incluye un registro total de todas tus huellas dactilares, y una pequeña serie de preguntas en el mismo control aduanero sobre a qué vas al país. Junto con ello, se realizan registros sobre tu nombre y datos, y si tu nombre y primer apellido coinciden con alguien buscado por las autoridades, prepárate para pasar un par de horas con los agentes para demostrar que no eres “Fernando Sánchez”, ex-líder del Cártel de Tijuana.
Estados Unidos es conocido por ser un país muy celoso de su seguridad, y con el pretexto de proteger a sus ciudadanos, al final se acaba llegando a niveles de invasión de privacidad extremadamente preocupantes. Sabemos el poder que tiene la NSA para vigilar Internet a placer, pero con esto las autoridades esperan que el propio viajero les aporte la información, y así no tener ni que investigar por nombres.
Esta idea viene alimentada por el tiroteo de San Bernardino. El autor del tiroteo publicó el hecho en Facebook mientras lo llevaba a cabo, y había hablado previamente sobre ello con amigos por mensaje privado.