Seamos sinceros: las cámaras de los teléfonos móviles han suplantado a la gran mayoría de cámaras compactas tipo ‘apunta y dispara’. El teléfono móvil va con nosotros a todas partes, y en apenas 3 segundos podemos sacar el móvil y tener la cámara lista para disparar. Además, las cámaras de los teléfonos tienen cada vez mayor calidad, tanto a nivel de fotografía, como a nivel de grabación de vídeo, pues casi todos los teléfonos de gama alta pueden grabar vídeo 4K a 30 fps, y además con algún tipo de estabilización incorporada, ya sea electrónica o física.
Sensor más grande que los 35mm de los full frame
El principal inconveniente que tienen las cámaras de los teléfonos móviles es el tamaño de su sensor. Uno de los teléfonos cuyo sensor es de los más grandes son los nuevos Pixel, cuyo sensor tiene un tamaño de 1/2.3”, siendo casi 6 veces más pequeño que el que encontramos en una
Ahora, CMOSIS, que ya fabricó el sensor de la Leica M, ha creado un sensor de 48 megapíxeles (7.920 x 6.004) capaz de grabar vídeo en 8K a 30 fps. Este sensor tiene un tamaño de 36,43 x 27,62mm, siendo ligeramente superior a los 35mm que tiene un sensor full frame, aunque sin llegar al formato medio. El sensor también permite realizar vídeo 4K a 60 fps y en HDR.
El principal problema de este sensor es el precio, pues vale 3.450 euros. Y eso es sólo el sensor, ya que una cámara que lo equipe puede irse a más de 5.000 euros. Mientras tanto, una 5D Mark IV cuesta en la actualidad cámaras mirrorless son el futuro. El principal problema que tienen éstas en la actualidad es que son más caras.