Cada vez son más los s que pasan multitud de horas en frente de la pantalla del ordenador. Si no tomamos las precauciones adecuadas, estar delante de monitores puede acarrear ojos hinchados, secos o rojos, así como fatiga y tensión ocular, que puede llegar a generar incluso a largo plazo degeneración macular o incluso ceguera. Para evitar gran parte de estos problemas surgieron las gafas gaming. ¿Qué hacen estas gafas para que sean tan populares?
La luz azul, la principal culpable
Las gafas gaming tienen dos objetivos principales:
Como vemos en el gráfico, la luz azul es la que más alta frecuencia tiene del espectro visible, junto con la ultravioleta. Por ello, si utilizamos estas gafas durante unos cuantos días podemos ver cómo nuestra vista se cansa menos. A esto hay que sumarle buenas prácticas como forzarnos a parpadear más (cuanto estamos en el ordenador tendemos a parpadear tres veces menos que si no lo estuviéramos), así como reducir el brillo de la pantalla para tareas ofimáticas.
La luz azul está asociada también en el cerebro humano con el día. Es por ello que visualizar luz azul y pantallas con mucho brillo hacen que se reduzca la producción de melatonina, hormona necesaria para que nos entre sueño por las noches. Por ello, otra ventaja de reducir la luz azul de nuestras pantallas por las noches será dormir mejor, pero de día si trabajamos en un ordenador nos puede dar sueño y hacer ser menos productivos.
Tenemos otras opciones a nuestro alcance
Hay alternativas a comprar este tipo de gafas. Por ejemplo, si tienes miopía, puedes pedir en la óptica que tus próximos cristales tengan filtros para luz azul. De esta manera te evitas tener que ponerte dos gafas a la vez si quieres tener estos filtros en tus gafas actuales, lo cual puede generar mareo y dolor de cabeza ya que las gafas gaming tienen un ligero enfoque (no son ‘planas’).
Además, los últimos monitores incluyen modos de baja luz azul, sobre todo los pensados para gaming. Este puede ser un factor decisivo a la hora de elegir un monitor u otro, ya que te permiten ahorrarte el dinero de comprar unas gafas aparte y la comodidad de no tener que llevarlas, tanto si tienes como si no tienes miopía. En definitiva, la solución es bloquear en la medida de lo posible la luz azul con los métodos que hemos descrito, tanto en monitores como en televisiones, móviles o tablets. Llamar a las gafas ‘gafas gaming’ es quedarse corto, ya que son también muy útiles para cualquier que pase muchas horas delante de una pantalla.