
El canon digital no debía aplicarse porque no se podía asegurar que ese coste iba a ser soportado por los s que utilizaran el medio comprado para la copia privada, y así lo dicen dos sentencias del Tribunal Europeo de Justicia y el Tribunal Supremo de España. El anterior canon estuvo vigente hasta 2011, desde que fuera aprobado en 1996 y actualizado por el PSOE a la era digital en 2006, y gravaba a soportes físicos como móviles, ordenadores, CD y DVD, discos duros, memorias USB y tarjetas de almacenamiento.
El PP aprobó su cambio en 2012, pasando a compensar a los autores a través de los presupuestos y no a través los s de las copias privadas, siendo esto considerado ilegal por la UE el pasado mes de junio. Después de este tiempo, el Gobierno tiene listo el nuevo canon que empezará a aplicarse el próximo 1 de enero de 2017, y que será muy similar al que había antes de 2011.
A raíz de la sentencia del caso Padawan de 2010, se anulaba el cobro indiscriminado de este canon, quedando exentos los profesionales que probasen que utilizaban los equipos, soportes y dispositivos para uso profesional, así como la istración pública, llegando también esa exención a copias licenciadas, con un reembolso más sencillo para estos casos.
Este nuevo canon se encuentra en borrador, y entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2017, aunque antes deberá ser aprobado por los ministerios afectados y por el Consejo de Ministros. De esta manera, no todos los ciudadanos tendrán que sufragar esta tasa, tal y como lleva siendo desde que fuera aprobado en 2011, y que fue anulado este pasado mes de noviembre por el Tribunal Supremo. Debido a que fue anulado hace tan sólo un mes, el Gobierno ha empezado a tratar el asunto con urgencia al no haber ningún sistema en vigor.
Las leyes españolas y europeas permiten que haya s que realicen copias para uso privado sin fin comercial. Sin embargo, prohíben que se reproduzcan canciones, películas o libros sin la autorización de sus creadores. El canon estaba diseñado para la copia privada que realizan los s, pagándolo al final en casi todos los casos los fabricantes e importadores de productos, aunque nada les impide trasladar ese coste al consumidor.
Además de este nuevo canon que prepara el Gobierno español, la Unión Europea está preparando a su vez una nueva legislación que regule todo el asunto del canon digital a nivel europeo y de manera homogénea. El sistema del gobierno español vigente hasta este año presupuestaba 5 millones de euros para compensar a los autores. Debido a esto, las compensaciones cayeron más de un 80% con respecto al canon previo a 2012. En 2011, los ingresos por el canon alcanzaron los 115 millones de euros.