El éxito tanto de las aplicaciones de mensajería instantánea como de las diferentes plataformas de redes sociales, cada vez es mayor y su aceptación a nivel mundial crece día a día, al menos en la mayoría de los casos, ya que existen multitud de alternativas en el mercado, pero no todas ellas logran alcanzar el éxito esperado a priori por sus desarrolladores.
En la actualidad plataformas tales como Facebook, Instagram, Twitter o WhatsApp son utilizadas a diario por millones de personas en todo el mundo, ya que son un sistema de comunicación de lo más eficiente además de, prácticamente, a coste cero. Cierto es que aquí hablamos de los líderes indiscutibles de ambos sectores, pero podemos encontrar otras muchas alternativas que intentan hacerse un hueco en este mercado tan competitivo.
Si nos centramos en el apartado de la mensajería instantánea, podemos hablar de otras propuestas como Line,
De hecho el propio Pompliano asegura que Spiegel falsea las métricas de la aplicación en lo que se refiere al número de s adeptos al servicio de mensajería, para de ese modo engañar a los inversores y así hacerles pagar más por las acciones de la compañía. Sirva como ejemplo que el CEO de Snapchat aseguraba que, de todos los s que descargaban, instalaban y accedían a su aplicación, el 87% de los mismos completaban su registro. Sin embargo, por lo que se acaba de conocer, estas cifras no se acercaban a la realidad ni por asomo, ya que la realidad de registros completados ni siquiera llegaba al 40%, es más, de ese 40% de registros tan solo un 20% seguían utilizando la aplicación.
Desde luego, visto lo visto y conociendo los ideales del CEO de la propia firma de que su aplicación está diseñada para ser utilizada por los ricos, el fin de la plataforma social cada vez está más cerca, más si se dedica a tachar de «pobres» a otras regiones fuera de su país, como ha sucedido con España. Regiones en las que, por cierto, se supone que lo que debería hacer es intentar ganar adeptos que hasta la fecha no ha logrado, y no porque seamos más pobres o más ricos que el resto, sino porque en el mercado hay otras aplicaciones mucho más funcionales y útiles que la decadente Snapchat.