Es un hecho conocido en toda la comunidad de Internet, y es que cientos de millones de personas en todo el mundo cargan y comparten archivos a través de sus conexiones a la Red todos los días. El problema viene cuando este tipo de acciones se llevan a cabo sin el permiso de los dueños legítimos de esos ficheros, es resumidas cuentas, lo que conocemos como piratería de contenidos.
Los métodos para llevar a cabo este tipo de acciones son múltiples: redes P2P mediante ficheros torrent, descargas directas, reproducciones streaming, etc. Sin embargo, un método que cada vez se está extendiendo más debido, entre otras cosas, a la amplia gama de posibilidades disponibles, es el uso de las plataformas legales de almacenamiento en la Nube, tipo DropBox, Google Drive, OneDrive, etc.
Es cierto que cuando los propietarios de los derechos de autor de los contenidos compartidos se enteran de estos hechos, suelen reportar estos archivos y pedir a las compañías responsables que desconecten a los propietarios de las cuentas e impidan que se compartan estos ficheros en el futuro. Pero claro, con los servicios de almacenamiento en la Nube legítimos, la eliminación de un archivo considerado como personal de un , no siempre es una opción válida, al menos en un principio. Y es que, si esta compra un álbum de música, por ejemplo, puede guardarlo en su cuenta personal de alojamiento en la Nube sin problema alguno, eso sí, teniendo en cuenta que el uso compartido de este está terminantemente prohibido en todos los casos.
Por lo tanto, llegado el momento basta con que el cliente desactive la opción de compartir este archivo mientras lo deja guardado en el servidor de la empresa correspondiente. Pero claro, son millones los s que hacen uso de este tipo de estas plataformas a diario, y un gran porcentaje de estos guardan contenidos sujetos a derechos de autor, por lo que este control se convierte en algo harto complicado.
De hecho, este novedoso sistema permite a Microsoft marcar los incidentes catalogados como «pirata», incidentes que automáticamente se almacenarán en un historial propio de la firma de Redmond y que estará asociado al responsable de estos actos. Esto servirá para identificar a los clientes del servicio reincidentes en este tipo de acciones y así poder modificar sus privilegios de de manera inmediata, todo ello gracias a la nueva patente. Más concretamente, y de acuerdo con la propia , los proveedores de servicios on-line de estas características, u otras similares, deben implementar una política razonable contra estos delincuentes considerados como frecuentes, por lo que esta tecnología y por medio del sistema descrito, ya permitiría a Microsoft llevar a cabo estas tareas en su plataforma OneDrive.
De este modo se describen una amplia variedad de situaciones relacionadas con estos actos, que van desde deshabilitar un solo archivo con copyright en el caso de ser compartido, hasta tomar medidas legales contra los infractores reincidentes, aunque por el momento se desconoce qué política empleará Microsoft llegado el caso más extremo. Con todo y con ello, de lo que no cabe duda es de que empresas relacionadas con Internet, de un modo u otro, trabajan cada vez de una manera más dura, todo con el fin de, en la medida de los posibles, acabar o al menos rebajar el extendido modo de uso de compartir contenidos sujetos a derechos de autor.