Apple confirmó ayer lo que muchos temían: el iPhone X (leído “diez”) es el primero en prescindir de Touch ID desde que esta tecnología de seguridad basada en la huella dactilar fuera introducida en el iPhone 5S. En su lugar, encontramos Face ID, que utiliza nuestra cara para desbloquear el móvil e incluso para realizar pagos.
Face ID: Apple se marcó un Microsoft y demostró que el sistema no es perfecto
Este sistema es realmente cómodo, pues ya no hay que poner la huella en el móvil para desbloquearlo. Aun así, este sistema puede generar algunos problemas de seguridad y fiabilidad. En la propia presentación de ayer, el desbloqueo facial del iPhone X falló en un primer intento, y Craig Federighi tuvo que coger otro iPhone X para que funcionara.
El propio Edward Snowden se ha pronunciado sobre el Face ID, y ha destacado que el diseño parece lo suficientemente robusto y seguro, así como también cuenta con el sistema de deshabilitado rápido de comentábamos antes. En la parte negativa, destaca que se normaliza el escaneo facial, de una manera que muy probablemente se aprovechará para espiar o conocer más sobre nosotros. El hecho de que puedan leer nuestra cara en todo momento seguro que acabará usándose para saber la cara que pone un al ver un determinado anuncio o un vídeo, datos que serán muy útiles para los anunciantes.
Edward Snowden@Snowden#FaceID
Good: Design looks surprisingly robust, already has a panic disable.
Bad: Normalizes facial scanning, a tech certain to be abused.13 de septiembre, 2017 • 00:21
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Por tanto, encontramos un sistema que aumenta la comodidad de desbloquear el móvil, pero que también añade otras cuestiones de seguridad, y habrá que esperar a que esté a la venta para ver si alguien consigue vulnerar el método de seguridad. Yo, personalmente, me seguiría quedando con el iPhone 8 u iPhone 8 Plus sólo por Touch ID.