En la actualidad los DVD han caído prácticamente en desuso en favor de los Blu-ray. Estos últimos son el formato físico en disco más extendido, gracias a que llegan a multiplicar por 10 en capacidad a los DVD, o por 20 para los discos capacidades necesarias para juegos y películas en 4K, así como también son más resistentes a ser rayados. Pero ¿por qué cambia el color del láser de uno a otro?
La longitud de onda: clave en lecturas más rápidas y precisas
La respuesta la encontramos en la longitud de onda de cada uno de los láseres utilizados, así como en los elementos necesarios. Los lectores y grabadores Blu-ray cuentan con un láser de color azul (casi violeta) con una longitud de onda de 405 nanómetros. El láser rojo de los DVD tiene una longitud de onda de 650 nanómetros.
En el caso del Blu-ray, el material que forma el láser es el nitruro de galio-indio, permiten generar el rayo visible de luz. Por debajo de los 400 nanómetros estaríamos ante luz ultravioleta, la cual no es visible por el ojo humano, y supondría que no podríamos ver el láser en funcionamiento.
El cambio de color de la luz tiene mucho sentido. La velocidad de lectura de los discos Blu-ray (54 MB/s) es más rápida, llegando a ser casi del doble que los DVD (32,4 MB/s). Al tener una longitud de onda más corta el Blu-ray, la velocidad de lectura y escritura puede ser mayor, de una manera similar a lo que ocurre con las ondas electromagnéticas del WiFi, donde el de 5 GHz va más rápido que el de 2,4 GHz, debido a que las ondas de 5 GHz son más cortas.
Los primeros Blu-rays tenían capacidades de hasta 25 GB en una capa, o de 50 GB en los de doble capa. Sin embargo, con la llegada del 4K fue necesario lanzar lo que es conocido como el Blu-ray Ultra HD, que Sony y Panasonic lanzaron al mercado y permite almacenar un 33% más de datos en el mismo espacio.
Así, los discos Ultra HD Blu-ray permiten 33,3 GB por capa, 66,6 GB los de doble capa o hasta 100 GB en los discos de tres capas, siendo esta la razón por la que vemos películas UHD de 70 u 80 GB en los últimos años. Gracias a ellos se pueden incluir mejoras como color de 10 bits, HDR, Dolby Atmos, DTS:X, HFR para películas de 60 FPS o una mayor calidad de imagen, unida al uso del códec HEVC con el doble de compresión que H.264 a una misma calidad.