Desde la industria se suele repetir constantemente la falacia de que la piratería daña la industria. De manera directa y sin analizar el conjunto del comportamiento del consumidor esto puede parecer así, pero son ya cada vez más estudios los que recogen justo lo contrario: que la piratería ayuda a que la industria prospere dependiendo del autor.
La piratería de música no daña a la mayoría de artistas
Ahora, un estudio publicado en el diario Information Economics and Policy de la Universidad de Queen en Ontario, Canadá ha arrojado nueva luz en este debate. Escrito por Jonathan Lee y titulado “Purchase, pirate, publicize: Private-network music sharing and market album sales”, el estudio ha analizado el efecto de las redes BitTorrent en las ventas físicas y digitales de la música.
Para este estudio se ha estado varios años recopilando datos de un tracker anónimo de BitTorrent, llegando a tener en total datos de 250.000 álbumes y más de 5 millones de descargas. Los datos de ventas de los discos fueron obtenidos del sistema Nielsen SoundScan, que recoge los datos de ventas de canciones, álbumes y vídeos relacionados con la música en Canadá y Estados Unidos.
Los primeros resultados del estudio son particularmente interesantes. Si eres un artista de nivel medio, la piratería puede hacer que las ventas físicas y digitales aumenten porque el artista pasa a ser más conocido y más s querrán tener el disco en sus plataformas donde compran el resto de música. Sin embargo, para los artistas populares esto no es así, ya que la piratería tiene un impacto negativo en las ventas digitales.
Esto demuestra, en palabras de Lee, que los s que compran álbumes digitales son más propensos a sustituirlo ese comportamiento por webs de piratería, sino que podrían utilizarlas en su favor para promocionar discos y cantantes. El coste de intentar cerrar webs y realizar reclamaciones es mayor que el de las ventas perdidas, ya que quien va a piratear un disco lo va a seguir haciendo sea como sea; siempre habrá webs para compartir.
Una solución es algo que se ha demostrado efectivo en los últimos años: plataformas que hagan al tener más fácil escuchar música, como Spotify, YouTube o Deezer. Si la música se distribuye gratis por la radio, ¿por qué no hacer lo mismo en webs pirata? La fragmentación de acuerdos también está generando que determinado contenido no esté disponible en todos los países o en su plataforma preferida, forzando en ocasiones a los s a piratear.