
Rusia no deja de ser noticia por acciones relacionadas con el ciber-espionaje y el afán por controlar todo lo que sucede en Internet. Si esta mañana hemos conocido que hackers rusos están atacando operadores y routers a nivel mundial, ahora nos enteramos del bloqueo de 1,8 millones de direcciones IP de Google y Amazon. Su guerra por bloquear el uso de Telegram los ha llevado a cruzar esta peligrosa línea. Vemos todos los detalles a continuación.
Rusia ordenó el bloqueo de Telegram por proteger los mensajes de sus s hace algunos días. Todo está relacionado con la legislación rusa que exige que las compañías que ofrezcan servicios de comunicaciones cifradas deben facilitar las claves de cifrado para que los s puedan ser espiados en caso de contar con la autorización judicial. No obstante, desde Telegram no están dispuestos a permitir este atropello que atenta contra la libertad de los s.
Bloqueadas 1,8 millones de direcciones IP de Google y Amazon
La aplicación de mensajería instantánea Telegram no quiere pasar por el aro y su creador, Pavel Durov, no quiere comprometer la seguridad de los s entregando las claves de cifrado al gobierno. “Desde que lanzamos el servicio en 2013 no hemos filtrado ni un solo byte de información privada de los s a terceros”.
Esta postura les ha costado “la guerra” con el Kremlin que pide el a Telegram con la excusa de combatir el terrorismo. Hace unos días, el caso tuvo sentencia firme y se ordenó el bloqueo de Telegram en Rusia. Sin embargo, sus responsables respondieron afirmando que aplicarían medidas para que los s pudieran seguir utilizándolo sin problemas.
Se ha pedido el bloque de Telegram a las operadoras de telecomunicaciones, lo que ha desencadena un bloqueo masivo de direcciones IP. Según hemos conocido, Telegram utilizaba los servicios de Amazon y Google lo que ha hecho que 1,8 millones de direcciones IP utilizadas por estas compañías hayan sido bloqueadas en Rusia.
Mientras, Telegram sigue ganándose el favor del público ante esta estoica resistencia ante el gobierno ruso. Los de Durov han dejado claro que la privacidad de los s está por encima de todo y que harán cualquier cosa para protegerla. Además, no piensan quedarse de brazos cruzados y tomarán medidas para que el servicio pueda seguir utilizándose pese a los más de 1,8 millones de direcciones IP bloqueadas.