Apple es una de las empresas con mejor marketing del mundo. Sus elevados precios y buenos diseños hacen creer a la gente que sus productos son sinónimo de calidad. Sin embargo, su historial demuestra que esto no es así, y en la última década la compañía acumula decenas de fallos en sus productos, los cuales vamos a recopilar y ver qué soluciones ha dado la compañía (Spoiler: en muchas ocasiones, ninguna).
Defensa a ultranza de Apple por parte de sus consumidores
Muchos s de Apple hacen un trabajo incansable defendiendo a la compañía. Su software es rápido, los procesadores de sus móviles son muy potentes y la batería de los portátiles dura bastante. Por desgracia, algunos de sus diseños no se prueban lo suficiente, lo cual suele provocar fallos que incluso aparecen en productos nuevos en pleno 2018.
A nivel psicológico, mucha gente critica cuando un portátil de 400 euros o un móvil de 100 euros, y dicen que los productos de Apple son mejores que ellos, lo cual tiene sentido si tenemos en cuenta que su precio es hasta 10 veces superior en el caso del móvil que se está usando para comparar (por ejemplo, un Xiaomi Redmi 6 frente a un iPhone X).
Si falla un producto de Apple, intentan justificarlo porque no tienen nada más caro a lo que agarrarse, y por tanto interpretan que incluso los “mejores productos” también tienen sus fallos, sin tener en cuenta que otros ordenadores son más baratos, más potentes, más fáciles de reparar, y con una durabilidad mucho mayor. Existe un término medio entre gastarse 150 euros en un móvil Android o 1.000 euros en un iPhone.
2007 y 2008: primeros fallos en las tarjetas gráficas y bisagras de los MacBook A1126 y A1260
Los modelos de MacBook A1226 y A1260 de 2007 y 2008 tuvieron dos fallos destacables. El primero está relacionado con la tarjeta gráfica que equipaban en aquel entonces (una NVIDIA 8600M GT). Este fallo no era culpa de Apple, sino de NVIDIA por proveer chips defectuosos.
Este doblado excesivo generaba que el chip encargado de gestionar la parte táctil de la pantalla saltase. En las unidades producidas a partir de mayo de 2016 añadieron una resina epoxi al chip encargado de la parte táctil para evitarlo, aunque Apple seguía sin reconocer el fallo.
Hace tres semanas conocimos que Apple era consciente de este problema, pero lanzaron el móvil igualmente. En concreto, era 3,3 veces más probable que se doblase que el iPhone 5S en el caso del iPhone 6, mientras que la proporción del iPhone 6 Plus era de 7,2 veces. Esta es una muestra de que Apple directamente mintió al público cuando dijo que “los casos de iPhone 6 doblados eran extremadamente raros”.
La compañía fue demandada, y Apple cambió los móviles afectados a cambio de que los s pagaran 149 dólares. El problema es que esos móviles reemplazados exhibían el mismo fallo, además de ser móviles ya usado que sólo tenían 90 días de garantía.
2015: nuevo MacBook con un chip defectuoso
El nuevo MacBook de 2015 (modelo A1534) incluía el SSD soldado en la placa base (y no podía reemplazarse ni añadir otro). Además, tenía un chip Tristar similar al que equipa los iPhone. Este chip, llamado U4700, simplemente moría porque funcionaba a una temperatura muy superior al resto del PC (hasta a 40 grados más).
Cuando moría, impedía que al portátil le llegase energía al cortocircuitar un carril de potencia y convertirlo a tierra. Apple no ha reconocido este fallo todavía de manera oficial, aunque el fallo está muy extendido y ocurre al año o dos años de compra.
2016: Problemas con el teclado y batería del nuevo MacBook
Seguimos con problemas de hardware que todavía están pendientes de ser resueltos. En 2016 Apple lanzó los nuevos MacBook, los cuales cuentan con un nuevo teclado con teclas más anchas y más ruidosas, y también menos fiables. Estas teclas estrenaban un nuevo tipo de mecanismo llamado mariposa. Estas teclas fallan con el paso el tiempo, mostrando también varias pulsaciones cunado sólo has pulsado una.
Apple no ha reconocido los fallos, y cobra los típicos hasta 700 dólares por reemplazarlo, o algo menos si les regateas ya que también te cambian el táctil. Esta es una técnica muy común de la compañía, donde te intentan cambiar el máximo número de piezas para cobrarte más, aunque no te haga falta, por si «esas piezas están también rotas» en lugar de evaluar qué está dañado y hacer un presupuesto acorde.
Si quieres hacerlo tú mismo, te cuesta comprar el teclado 150 dólares, y cambiarlo tú a mano, lo cual no es nada sencillo porque el teclado está unido con remaches al portátil, además de tener que desarmar todo el portátil por completo. Para sustituir los remaches, hay que poner decenas de tornillos para los que hay que hacer nuevos agujeros o poner con presión.
Y por si fuera poco, el problema de teclas que fallan te lo vas a seguir encontrando. En comparación, reemplazar cualquier teclado de un portátil normal y corriente no vale más de 30 euros y quitar no más de 12 tornillos.
La batería de este modelo también presenta problemas, como que se expande y hace que su rendimiento disminuya o que se deforme la carcasa, e incluso puede llegar a partir el touchpad que está justo encima.
2017: iPhone 6S, rendimiento limitado por culpa de las baterías
Muchos s empezaron a quejarse de que el rendimiento de sus iPhone 6S empezaba a disminuir con el tiempo, así como la duración de la batería. Apple, en lugar de emitir un comunicado alertando de ello, disminuyó el rendimiento de estos móviles a través de una actualización de software. Todavía hay una demanda en progreso tanto en Estados Unidos como en España, siendo esto un caso único al respecto en nuestro país.
En definitiva: la calidad de los productos de Apple dista mucho de ser la mejor del mercado
Hemos intentado recopilar todos los grandes fallos, pero es posible que se nos haya escapado alguno. Si conocéis alguno más, no dudéis en dejarlo en los comentarios.
Con este artículo no queremos decir que los productos de Apple sean todos malos, sino que están expuestos a los mismos fallos de calidad que también exhiben otras marcas (aunque Apple concentra algunos más como hemos podido ver). Son productos más caros, con un menor rendimiento, y en ocasiones con peor calidad de construcción; y mucho más difíciles de reparar. Por suerte, en los últimos dos años los móviles no parecen estar experimentando fallos, por lo que al menos la calidad parece ir mejorando.