El futuro de la seguridad en Internet pasa por actuar de manera similar a la de los atacantes

A medida que han ido pasando los años, Internet ha derribado todas las barreras nacionales y ha conseguido crear un modo de funcionamiento global en el que puede participar casi cualquier persona del mundo, se encuentre donde se encuentre.
Basta con estar en cualquier país con libertad para navegar, para que podamos comprar cualquier objeto, o incluso participar en cualquier otra actividad on-line, sea donde sea, de manera directa y en tiempo real. Aunque a todo ello en multitud de ocasiones se le han sacado muchos usos realmente útiles para globalizar el uso de Internet, tanto a nivel profesional, como lúdico, o más personal, esto no es así en todos los casos.
Decimos esto debido a que de manera paralela y como cabía esperar, Internet también ha dado a los ciberdelincuentes la capacidad de constituir ciertos grupos de ataque, además de unirse a operaciones criminales alrededor de todo el mundo de manera coordinada, algo que nos afecta a todos los internautas. De hecho, este tipo de acciones con el paso de los años han ido evolucionando, convirtiéndose en cada vez más potentes y peligrosas, como hemos podido comprobar estos últimos meses.
Y es que de un año a esta parte hemos podido ver, desafortunadamente, cómo en cuestión de minutos estos atacantes son capaces de paralizar tanto empresas como s individuales de buena parte del globo, mediante ataques coordinados, como lo sucedido con Wannacry, por ejemplo. Así, son capaces de «lanzarse» sobre las víctimas, independientemente de su ubicación, nacionalidad o cualquier otro factor, afectando así a cientos de miles de personas y equipos de una sola vez y de un modo perfectamente coordinado.
sistema DNS, mientras que otra pide a los gobiernos que respeten el proceso de las elecciones on-line.
Pero está claro que esto no es suficiente para la protección de los s de a pie y las empresas, aunque eso sí, en los tiempos que corren, parece que muchos gobiernos están comenzando poco a poco a darse cuenta de que, con el aumento de las ciberamenazas, sus instituciones, ciudadanos, bancos, infraestructuras u otros despliegues críticos, son potenciales víctimas. Por tanto, se espera que, tarde o temprano, los países se unan para proteger sus intereses comunes, al menos contra las bandas cibernéticas ilegales que se mueven por Internet buscando todo tipo de objetivos, siendo esta una situación cada vez más delicada para todos.