El mercado pirata es una enorme fuente de ingresos aún por aprovechar, pero difícil de controlar

A lo largo de más de una década, venimos hablando de la piratería de contenidos sujetos a los derechos de autor, movimiento en Internet que tiene muchas organizaciones, grupos y empresas que quieren acabar con el mismo, pero que también tiene muchos millones de defensores y seguidores.
A día de hoy conocemos varios modos de conseguir estos contenidos de manera ilícita en la Red, además gratuitamente. Ya sea a través de redes P2P y los populares ficheros en formato torrent, las webs de descarga directa, o el streaming on-line, s incluso con conocimientos un tanto limitados, tienen estos contenidos al alcance de la mano.
Con la aparición, hace solo unos años, de las crecientes plataformas de vídeo a la carta streaming legales, muchos pensaron que estas traerían consigo un importante descenso en el consumo de series y películas pirata, algo que se ha logrado en algunas regiones en mayor o menor medida, pero ni mucho menos, el descenso ha sido el esperado. Sirva como claro ejemplo que ahora se está comenzando a afirmar que en estos momentos los servicios streaming a los que hacemos referencia, tales como Netflix y Amazon Prime Video, son ya más populares que la televisión de pago tradicional.
Y claro, esta es una señal evidente de que Internet desempeña un papel muy importante en la distribución actual de los medios de entretenimiento en formato en vídeo. Son muchas las ventajas que estas plataformas nos aportan, ya que por un precio que se podría considerar como asequible, disponemos de una enorme cantidad de contenidos audiovisuales, en cualquier momento, desde cualquier dispositivo, y sin los molestos anuncios de la televisión de toda la vida.
Al mismo tiempo y continuando con la piratería como tal, para muchas otras firmas, este consumo ilícito de contenidos y sus consumidores, siguen siendo una gran reserva de riquezas sin explotar. Hay que tener en cuenta que las empresas y organizaciones que luchan contra esta piratería, a menudo presentan a los infractores de los derechos de autor como auténticos ladrones que deben ser detenidos o erradicados de manera similar a lo que se hace con el resto de delincuentes, algo con lo que no todo el mundo está de acuerdo, ni mucho menos.
Netflix, por lo que la piratería en sí sigue viva. Es por ello que para algunos sectores del entretenimiento, los estudios no solo deberían fijarse en la competencia de los servicios de streaming legítimos, sino también en la audiencia pirata potencial, ya que esta es una de las grandes reservas de la riqueza sin explotar en el mundo on-line.
Esta afirmación viene dada debido a que se trata de cientos de millones de internautas que tienen una intención extremadamente alta de acceder a contenidos multimedia, pero que a menudo son sencillamente incapaces de hacerlo, por una razón u otra. Es por ello que consideran que se debería estudiar la manera de acceder a esta enorme audiencia, todo ello con el fin de obtener muchos más beneficios por la difusión de contenidos a través de Internet. Por ejemplo, hay ciertas medidas que se han venido tomando con el sano objetivo de ayudar a los creadores de contenidos a convertir a los piratas y poder sacar beneficio de sus cambios de comportamiento en el consumo de medios digitales.
Pero claro, intentar «controlar» y sacar beneficio de los actuales s pirata, es una tarea un tanto compleja, aunque de lo que no cabe duda es de que el nicho de mercado con el que se podría trabajar en este caso, sería enorme, por lo que lo mismo pasaría con los posibles beneficios que todo ello acarrearía.