Desde que primero fuera LeEco y después Apple quienes decidieron eliminar el jack de 3,5 mm de sus móviles, otros fabricantes les han seguido en una jugada que beneficia poco al consumidor y mucho a las empresas. Además, curiosamente esta característica es algo frecuente sólo en la gama alta, ya que en la gama media y media-alta sí se sigue incluyendo en algunos terminales (como hemos visto en el Pocophone F1, que tiene jack, mientras que el Mi 8 lo hace con dongle USB C).
No todos los auriculares y dongles USB C son compatibles entre sí
La solución que dan los fabricantes es simple: o te compras unos auriculares Bluetooth (que hay que recargar y se oyen peor), o usas un dongle que convierte el USB C (o Lightning) a jack de 3,5 mm. Este último ha sido el producto de Apple más vendido en Best Buy en lo que va de año, demostrando que quitarlo ha sido un negocio redondo para la compañía porque ingresan más dinero. Sin embargo, nos impide estar usándolo y cargar el móvil por cable a la vez, a no ser que compres un splitter, que añade mucha voluminosidad.
Por ejemplo, a pesar de no tener jack, fabricantes como Sony, Huawei y Lenovo lo siguen incluyendo en sus móviles, de tal manera que ya pasan la señal convertida a analógico al dongle. Estos móviles tratan el USB C como si fuera un jack de 3,5 mm con forma de USB C, por así decirlo.
Otros fabricantes como Google lo que hacen es usar dongles USB digitales “de verdad”, frente a los analógicos que usan otras marcas. Estos dongles digitales sí tienen el DAC en su interior, y el Pixel 2 XL no tiene ningún DAC dentro de él. Este es el motivo por el que el dongle del Pixel 2 XL funciona en todos los demás móviles. Si conectas uno sin DAC al Pixel 2 XL, te dirá que no es compatible con el dispositivo y no se oirá nada.
El motivo de hacer esto es el coste. Muchos fabricantes se ahorran el dinero de tener que fabricar el dongle con DAC, además de que el hecho de incluirlo en el móvil le otorga una mayor compatibilidad con dongles baratos. Google inicialmente vendió su dongle por 20 dólares, lo cual generó muchas quejas y obligó a la compañía a bajarlo a 9 dólares.
Unos auriculares con jack te van a funcionar en cualquier dispositivo. Unos con USB C, no
Sin embargo, hay otros problemas que surgen. Por ejemplo, móviles con DAC cuyos dongles deberían ser compatibles no lo son. Si enchufas el del Pixel 2 XL en el LG G7 ThinQ, te encuentras con que tienes que activar la transmisión de archivos USB para que funcione. Y hacerlo cada vez que enchufes el dongle, aunque no es demasiado problemático porque el móvil ya incluye jack. En el Huawei P20 Pro, que incluye dongle y auriculares, no existe ningún tipo de problema con el que incluye la compañía.
En definitiva, aunque el uso de sonido a través de USB C entraña algunas ventajas, como la posibilidad de usar cancelación de ruido activa, actualmente apenas hay auriculares a la venta que usen el conector más allá de los que incluyen los fabricantes. Y los que hay se venden poco, ya que quienes compran unos auriculares prefieren tener la posibilidad de usarlo en otros dispositivos.
Si se lo compran USB C para un móvil Android, no les va a funcionar ni en un iPhone ni en su portátil. Los auriculares con jack solemos mantenerlos hasta que se rompen o se pierden, y pueden llegar a sobrevivir a varios móviles. Y es esta universalidad la que necesita la industria, por lo que mantener el jack de 3,5 mm sigue siendo algo positivo para los s y para los fabricantes de auriculares, aunque haya otras tantas empresas que prefieran cobrar dinero adicional por el dongle. Por suerte, muchos grandes como Samsung o LG siguen apostando por él, y parece que así lo seguirán haciendo.