Los procesadores Intel subirán de precio a partir de abril: ¿cuándo será mejor comprarlos?

Intel lleva algo más de medio año teniendo graves problemas de stock en sus procesadores, lo que ha hecho que su precio se dispare. De hecho, el precio de estos chips sigue sin bajar a pesar de que la compañía está invirtiendo miles de millones en expandir capacidad productiva de los 14 nm, a la vez que los 10 nm deberían empezar a llegar a finales de año. Sin embargo, el problema está muy lejos de desaparecer, y será aún peor a partir del mes de abril.
Intel tendrá problemas de stock más graves en el segundo trimestre de 2019
Así lo afirma Digitimes, en un informe donde apuntan a que la demanda de ordenadores (especialmente de Chromebooks) va a hacer que vuelvan a escasear los chips. Estos portátiles llevan procesadores de gama baja, donde los Core i3 serán los que más problemas de stock van a sufrir, con una brecha de suministro de hasta el 3%.
Los problemas llevan afectando a fabricantes como HP, Dell o Lenovo desde agosto de 2018, donde la escasez de chips de Intel llevó a una brecha de suministro del 5% en su peor momento. Se esperaba que la cifra fuera reduciéndose, pero en el cuarto trimestre de 2018 se mantuvo prácticamente igual a pesar de que se esperaba que pudieran ir almacenando stock de estos chips.
Hasta ahora, los problemas se habían concentrado sobre todo en los procesadores de la gama i5, así como también los Atom, Celeron y Pentium. Esto es debido a que Intel ha orientado su capacidad productiva a los procesadores de gama alta, que son los que más margen de beneficio ofrecen.
Esto ha hecho que grandes fabricantes tengan una brecha de suministro de cientos de miles de procesadores, y marcas blancas chinas directamente han dejado de recibir procesadores desde septiembre de 2018, siendo este el motivo de que veamos pocos productos nuevos en el segmento de portátiles o tablets que no sea de marcas chinas ya conocidas. Hasta el propio MacBook Air anunciado en octubre de 2018 ha tenido problemas de suministro. Con esto, la brecha se espera que se reduzca al 3%, a pesar de que hay fabricantes que todavía tienen brechas del 5%.