Juego de Tronos ha vuelto. La octava y última temporada de la serie dio comienzo en la madrugada del pasado lunes. Sin embargo, a pesar de estar en pleno 2019, todavía seguimos sin poder ver Juego de Tronos en 4K, lo que hace que se pierdan detalles de muchas escenas espectaculares, especialmente en las que aparecen algunos de los principales villanos de la serie. De esto no tiene culpa la propia HBO, que no permite ver contenido 4K en su plataforma, sino algo más sencillo de explicar.
Cámaras digitales vs analógicas: las digitales son la elección lógica en las series
La clave de esta decisión está en las cámaras usadas. Actualmente, en la industria cinematográfica hay dos elecciones básicas a la hora de rodar: analógica o digital. El celuloide todavía se usa bastante en el cine, aunque en series suelen predominar actualmente las cámaras digitales por ser más baratas de usar y por ofrecer más versatilidad, con unos tiempos de edición más cortos al tenerlo ya todo en digital. HBO, hasta la llegada de Juego de Tronos, apostaba por el celuloide para todas sus series, como The Wire o Los Soprano.
Dentro de las cámaras digitales hay dos marcas que predominan en la industria: Arri y RED. De estas dos marcas probablemente os suene más RED, porque es la que usan muchos youtubers con millones de seguidores, ya que por ejemplo RED tiene cámaras que pueden grabar a una resolución y unos fotogramas por segundo de locura. Por ejemplo, la RED Helium 8K S35 puede grabar a 60 FPS en 8K, 75 FPS a 6K, o 120 FPS a 4K.
Entonces, ¿por qué la primera temporada de la serie está disponible en 4K? Pues por una simple prueba que hicieron. De hecho, no hay que centrarse en por qué está disponible esa temporada, sino en por qué no están disponibles las demás. De hecho, si pones lado a lado la versión Blu-ray 1080p y 4K, verás que la resolución es idéntica, y lo único que cambia con el 4K es que está disponible en HDR, donde hay algo más de rango dinámico y menor compresión (se puede apreciar mejor el ruido), pero el reescalado no mejora apenas la calidad de la imagen.


Pasamos a 2015. En febrero de ese año, Arri anunció una actualización para sus cámaras Alexa que les permitía grabar en ProRes 3,2K, ofreciendo mucha mejor resolución, pero todavía lejos de lo que ofrece RED. Además, a 3,2K solo permitía grabar a 60 FPS. Arri intentó promocionar la actualización como 4K UHD, pero en realidad era 3,2K reescalado a 3,8K (casi 4K). Una chapuza de una compañía que había criticado a la propia RED por hacer algo parecido.
Sin embargo, 3,2K es mejor que 2K, y por ello desde la temporada 6 de Juego de Tronos, que empezó a rodarse ese mismos 2015, la resolución usada para grabar ha sido 3,2K con las Arri Alexa, intercalada con 2,8K como podemos ver en los making-of del canal de Game of Thrones de YouTube.
El motivo para no haberse pasado a RED en su totalidad puede que haya sido por temas de consistencia, de presupuesto, de equipo, o simplemente por pura preferencia. De hecho, en la serie se han usado otras cámaras para rodar, como la Arri Alexa Mini o la RED Epic Dragon. Esta última, capaz de grabar en 6K, fue usada en algunos rodajes de GoT en Islandia a partir de la temporada 4. El motivo es que esta cámara era más ligera (con magnesio y fibra de carbono como materiales para pesar apenas 2 kg), ya que no podían usar un Steadicam con la Alexa en el terreno islandés. Con la RED podían usar un Freefly MōVI M10 para grabar a pulso.

A pesar de ello, en estos casos tenemos que el mínimo común denominador es el que termina reduciendo la resolución del resto del contenido. Por ejemplo, algunas imágenes están rodadas todavía en 2,8K por poder rodar hasta 48 FPS con la Alexa, e incluso a 2K en las escenas donde se necesitan cámaras lentas porque a esa resolución puede grabar hasta 200 FPS, como en las batallas. Normalmente, a no ser que sea una escena de super cámara lenta, la máxima tasa de frames que usan es 96 FPS. Si véis una cámara lenta en la serie, casi seguro que ha sido grabada a 96 FPS.
No ha sido hasta 2017 cuando Arri ha lanzado al mercado cámaras con 4K real y nativo (como la Alexa LF), pero ya es en ese año cuando empezó a rodarse la octava y última temporada de la serie, por lo que estos nuevos modelos no han llegado a tiempo para poder rodar la última temporada de JdT en 4K, como podemos ver en las pantallas del making of del primer capítulo, que pone 3,2K o 2,8K en la mayoría de veces que se ven capturas.
El motivo para lanzar cámaras 4K nativas es porque la industria ya lo está demandando cada vez más, y la compañía estaba quedándose atrás con respecto a RED en plataformas como Netflix, que exige que todas sus producciones originales se graben al menos en 4K, siendo las RED las cámaras usadas actualmente para grabar casi todo lo original de Netflix. Este es el motivo de que muchas películas nuevas que se lanzan en Blu-ray tampoco estén en 4K, aunque ya es rara la Alexa que se usa para rodar que no graba en 4K UHD, como la propia Alexa Mini que graba en 4K a 60 FPS (usada para rodar por ejemplo Ha nacido una estrella).
Por ello, es posible que veamos en el futuro el lanzamiento de las temporadas de Juego de Tronos en 4K una vez acabe la serie, pero entre las temporadas 1 a la 5 va a ser un reescalado de 2K a 4K, y en las tres últimas vamos a tener un reescalado de 2,8K y 3,2K a 4K en el mejor de los casos con la mayoría de escenas. En estas tres últimas sí puede ser que tengamos una mayor calidad de imagen, pero como decimos en el titular, seguirá sin ser 4K nativo. Está rodado así, y así se quedará, ya que el digital no permite reescalar como una fuente analógica. Todo esto no quita que la cinematografía de la serie sea espectacular y que en 1080p ya se vea de lujo, y que a nivel narrativo haya revolucionado la forma en la que cuentan las historias las series.