MacOS es el segundo sistema operativo más usado en ordenadores después de Windows, que domina con puño de hierro. Según NetMarketShare, el 11,6% de los ordenadores usa macOS, por el 86% de Windows. El ecosistema de Apple tiene ordenadores de todo tipo y tamaño, exceptuando uno que es incomprensible que no tengan, y que por otro lado explica el interés que ha despertado el nuevo Mac Pro.
Apple dejó de lado el ordenador tradicional en 2013
Apple dio el salto de procesadores PowerPC a Intel en 2006 en la gama de sobremesa, donde el Power Mac G5 dio paso al Mac Pro. Apple rediseñó ligeramente las cajas de estos nuevos ordenadores, que seguían siendo iguales que una torre tradicional, pero incorporaban procesadores Xeon. Apple ha destinado tradicionalmente estos ordenadores para empresas y para quienes usan el ordenador para tareas intensivas, como renderizar vídeo, fotografía, modelos 3D, etc.
Es por ello que nunca han tenido interés en incorporar la gama Core en este segmento. Si quieres un procesador Core en un ordenador de sobremesa, tienes que comprar obligatoriamente un iMac porque esa es parte de la «experiencia» de Apple, a pesar de que la refrigeración y la modularidad de una torre sea mucho mejor.
Todo iba relativamente bien, a pesar de que estos ordenadores eran excesivamente caros para el rendimiento que ofrecían; nada nuevo para Apple. Sin embargo, todo se torció en 2013, cuando Apple presentó el famoso cubo de basura, uno de los peores diseños en la historia de Apple. Este ordenador estaba destinado supuestamente para profesionales, pero por su diseño, la modularidad era nula y apenas podía expandirse, entre otros muchos problemas.
hacer un Hackintosh con sus PCs.