Para almacenar contenido en la nube podemos usar todo tipo de servicios como Dropbox, MEGA, Amazon Drive… Pero además de usar estos servicios por los que podemos pagar para tener espacio también tenemos la opción de crear tu propia nube para almacenar datos en casa. No hace falta ser profesional para elegir esta opción, y en los próximos párrafos te explicamos qué es y cómo hacerlo.
Pese a que cada vez contamos con más opciones de almacenamiento, tanto físicas como online, una de las mejores opciones que podemos encontrar siempre son las nubes propias. Sin embargo, no siempre tenemos los conocimientos adecuados para poder montar las mismas.
Una nube de almacenamiento personal nos permite hacer copias de seguridad de nuestras fotos más importantes, nos permite guardar documentos en la nube si queremos ahorrar espacio en el disco duro… A continuación te contamos todo lo que tienes que saber para poder montar tu propia nube personal en casa.
Qué tener en cuenta: Nube personal en casa
Hay una serie de aspectos que debemos tener en cuenta antes de saber cómo crear una nube en casa. La primera es qué es o por qué puede ser interesante tener este tipo de almacenamiento en lugar de depender de otros servicios en la nube como pueden ser Dropbox o Google Drive, por ejemplo. Pero también podemos saber cuáles son las principales ventajas e inconvenientes
Qué es y por qué tenerla
Cuando hablamos de almacenamiento en la nube nos referimos a un sistema de almacenamiento accesible a través de Internet. Así, servicios como Drive –de Google- o Dropbox, entre muchos otros como también iCloud, son sistemas de almacenamiento. Pero son mantenidos por terceros. Sin embargo, nosotros podemos crear nuestro propio sistema de almacenamiento en la nube en casa –de ahí lo de doméstico- y combinar las ventajas del ‘cloud storage’ con el control completo en tanto que el sistema será istrado por nosotros.
La diferencia principal entre tener tu propio almacenamiento en la nube y usar servicios como Google o Dropbox es que en el segundo caso puede que tengas que pagar mensualmente por el espacio o anualmente mientras que en casa bastará con la inversión inicial. Además, tendrás control total de tus archivos porque estarán en tus servidores y no en los de otra compañía como Google, Facebook, etc. No dependerás de terceros, sino que los archivos pueden estar ubicados en dispositivos como un NAS, por ejemplo, pero también en un ordenador que hayamos dedicado a esa labor.
Ventajas e inconvenientes
Vamos a tener que llevar a cabo una inversión inicial. Necesitamos un sistema de almacenamiento, evidentemente, una red que lo conecte a Internet y algunos otros recursos. Pero una vez que hayamos hecho la instalación y configuración completa, que probablemente tengamos ya de forma parcial por el simple hecho de tener un ordenador en casa, no tendremos que sufrir los costes recurrentes de servicios como Google Drive o iCloud, que conllevan el pago de una cuota mensual del correspondiente servicio. Por lo tanto, en el ahorro a largo plazo tenemos una importante ventaja.
Pero mucho más importante es que, en tanto que se trata de un sistema istrado por nosotros mismos, la seguridad y la privacidad son mayores. O al menos, recaerán sobre nosotros mismos, y no sobre terceros. Cuando dejamos que nuestras fotografías se suban a Google Fotos, por ejemplo, que es un servicio de almacenamiento en la nube específico de imágenes, estamos firmando un acuerdo con Google por el cual se deshacen de ciertas responsabilidades y adquieren determinados derechos sobre los contenidos que subimos. En este caso, el almacenamiento es nuestro, privado, y istrado por nosotros mismos bajo nuestro propio criterio.
Así que, aunque existen otras ventajas, en lo que más vamos a ganar es en seguridad, privacidad y ahorro económico. También, por supuesto, como cualquier sistema cloud, nos ayudará a liberar memoria en nuestro teléfono inteligente –por ejemplo- o a automatizar la descarga de contenidos y su disponibilidad de otros dispositivos. Prácticamente todas las ventajas del almacenamiento en la nube –de terceros- las tenemos al montar una nube en casa.
Resumiendo, podríamos decir que las principales ventajas de montar nuestra propia nube personal en comparación con un servicio de almacenamiento son:
- Menos precio a medio-largo plazo.
- Mayor capacidad de almacenamiento de forma permanente.
- Más posibilidad de configuración.
- Mayor seguridad para nuestros archivos.
Sin embargo, no todo son ventajas, ya que también encontramos algunos inconvenientes, como son:
- El precio inicial será mayor, puesto que tendremos que comprar todo el hardware necesario. Por su parte, contratar un servicio de almacenamiento en la nube no requiere de una inversión inicial.
- Una mala configuración puede hacer que tengamos serios problemas de seguridad.
- Velocidad de subida. Según el tamaño de los archivos podemos formar los molestos cuellos de botella.
Cómo tener una nube personal
Hay varias opciones o métodos que nos permiten tener nuestra propia nube personal. Podemos elegir entre diferentes dispositivos o formas de conseguir este almacenamiento en la nube en casa.
Usando un NAS
Una de las opciones para guardar tus documentos en la nube es recurrir a NAS, que es un pequeño ordenador con uno o más discos duros y software para su utilización. Hasta ahora se destinaban sobre todo a empresas, pero en la actualidad hay cada vez más equipos que se encuentran destinados al uso doméstico, más económicos, con menos funcionalidades o capacidades, pero más que suficientes para el uso en cualquier hogar. Para ellos, hay que destinar una cierta cantidad de dinero, así que se trata de una inversión a medio-largo plazo.
Con el Network Attached Storage podrás crear tu propia alternativa a soluciones de uso frecuentes como Google Fotos, Gmail y muchos otros, incluso puedes crear y publicar webs con el fin de publicarlas posteriormente. La mayoría de fabricantes incluyen además sus propias tiendas de apps para instalar ciertos paquetes y usarlos para tener los servicios que más se ajustan a tus necesidades.
Con este sistema podrás acceder a tus archivos desde varios dispositivos en cualquier parte y dispositivo, así como hacer copias de seguridad almacenadas en la propia nube para mantener los datos seguros. Una de las ventajas del NAS es que tienen una buena velocidad de transferencia, ya que los archivos van de un dispositivo a otro sin intermediarios. Lo habitual es trabajar con ellos de forma local, pero si se configura la red con una DNS dinámica, se puede acceder a ellos desde fuera de casa.
Esta tecnología permite crear volúmenes con redundancia, y es la principal ventaja del NAS respecto a usar un ordenador normal con un solo disco. Con un equipo de dos ranuras podremos configurar el equipo en RAID1, que equivale a un sistema en forma de espejo. Si un disco falla, todos los datos seguirán salvados en el otro. Otros NAS de 4 o 5 ranuras pueden beneficiarse de otros sistemas RAID más complejos, como es el caso del RAID 5, que permite crear volúmenes grandes con tolerancia a un fallo, el RAID 6, que es idéntico al anterior, pero para dos fallos simultáneos, o el RAID 10, diseñado para dar velocidad y seguridad al mismo tiempo.
Como decimos, decidirse por esta opción es cuestión de querer invertir dinero, pero sale rentable a medio plazo. Lo ideal es equipar únicamente discos duros diseñados para NAS y servidores, pues están preparados para funcionar 24/7 durante toda su vida útil.
Mejores modelos NAS
Tal y como te hemos indicado, este tipo de equipos informáticos suponen una fuerte inversión, ya que se trata de unos aparatos que pueden ser similares al coste de una torre de ordenador, pues ostentan componentes muy parecidos que deben ir montados a una placa base. Pero también ejercen como un PC de sobre mesa porque cuentan con su propio sistema operativo y con diferentes herramientas que lo convierten en, prácticamente, otra computadora. Según qué modelo elijas, todo va a depender de la capacidad de almacenaje y de la facilidad de manejo de su interfaz.
En primer lugar, vamos a comenzar mencionando una de las marcas más populares de NAS y de las que mejores resultados están ofreciendo. Nos referimos concretamente a la firma Synoloy, que actualmente tiene en circulación varios productos, pero el que más nos llama la atención y el que mejor relación calidad-precio sustenta es el Synology DS223J NAS, que incluye un almacenamiento hasta 36 TB de datos, así como un sistema de autorreparación de archivos, velocidad de transferencia de datos ultrarrápidos o clonación rápida de datos. Como no podía ser de otra manera, también protege tu información y permite que la compartas desde cualquier lugar.
Subimos de escalón para ofrecer un servidor NAS más y que no podía faltar en este pequeño repertorio, el Asustor Nimbustor 2 Gen 2, que funciona a través de un procesador Intel Celeron N5105 de cuatro núcleos, 4 GB de RAM y cuenta con 4 ranuras SSD NVMe para que añadas el almacenamiento que mejor te convenga sin restricciones en cuando a elegir una marca u otra. Además, trabaja con un doble puerto de 2,5 Gigabit Ethernet y es compatible con cualquier sistema operativo.
Otro modelo bien calificado es el QNAP TS-233 2, que incluye un disco duro de 18 TB e integra una serie de funciones para mejorar la experiencia de uso en la nube. Por ejemplo, implementa una especie de antivirus que elimina el rasomware, una sincronización automática de archivos y almacenamiento centralizado en documentos multimedia, como fotos, vídeos, con una apariencia sencilla y de fácil manejo.
Usando un router ASUS
Otra opción sería la de utilizar un router ASUS para alojar nuestra nube privada, siguiendo la guía que comparte el Burp.es en Medium. Con esta vía, solo necesitaríamos 3 elementos básicos:
- Un disco duro externo con conexión USB (ya sea mecánico, SSD o nvme)
- Un Router Asus con al menos un puerto USB y que permita DDNS
- Una dirección DDNS que Asus nos puede proporcionar gratuitamente
Tal y como explican desde la compañía, usar Cloud Disk a través del servicio AiCloud nos permitirá: «acceder, transmitir o compartir dispositivos de almacenamiento conectados por USB a través de una PC o el dispositivo con conexión a Internet», y conectar «un dispositivo de almacenamiento USB a su enrutador ASUS compatible para acceder a archivos de datos y transmitir sus medios directamente a su aplicación AiCloud o desde un enlace web único en un navegador web». Tenemos disponibles las apps de ASUS AiCloud en App Store o Play Store, y puedes buscar el firmware necesario desde el centro de descargas de ASUS.
Con una Raspberry Pi
Las Rasperry Pi se han convertido en una de las herramientas más versátiles que podemos encontrar dentro de este entorno para poder llevar a cabo una gran cantidad de tareas con ellas. Su versatilidad es uno de sus grandes puntos a destacar, como demuestra la posibilidad de convertir a este tipo de elementos en una nube en la que almacenar todos nuestros datos.
Una de las formas más sencillas y baratas de hacerte un NAS es mediante una Raspberry Pi. Para lograrlo podemos seguir dos caminos. Emplear un ordenador conectado a la red con un software gratuito, o bien usar un dispositivo NAS, como vamos a hablar hoy, para crear nuestra nube de almacenamiento. Este mp es otra cosa que un pequeño ordenador con uno o varios discos duros y un software para usarlo.
Para ello, y con ayuda de tu Raspberry Pi, para que este funcione como un servidor de almacenamiento en red o NAS necesitas realizar una serie de pasos como los siguientes:
- Instalar el sistema operativo Raspberry PI OS.
- Instalar Open Media Vault.
- Crear un certificado SSL para conexiones seguras.
- Preparar los discos o unidades USB.
- Compartir las carpetas de las unidades USB.
- Crear s para acceder al NAS.
- Habilitar servicios para conectar al NAS.
Una vez tengamos todas estas piezas para crear nuestra nube, puedes instalarlo con diferentes posibilidades, pero la aplicación OpenMediaVault, con licencia GPLv3, se ha establecido prácticamente como estándar. Y ahora puedes pasar a su instalación.
Con todas las configuraciones listas, todo lo que queda por hacer es conectarse al servidor. Para Linux, por ejemplo, accederás al de archivos y seleccionas la opción “Conectar al servidor”, luego introduces el prefijo «sbm://» seguido de la dirección IP del servidor. Para poder conectar Windows al servidor NAS basta con abrir Windows Explorer e introducir doble barra invertida “”, antes de la dirección IP.
El aparato de WD está disponible en varias opciones de memoria y puedes elegir 2 TB, 3 TB, 4 TB, 6 TB o bien 8 TB. Una de las ventajas es que es más sencillo y manejable que un NAS si no sabes bien cómo usarlo. El inconveniente es que tiene menos funciones. Su precio ronda los 118 euros en su versión más básica y los 300 en los modelos con más espacio, pero es una opción absolutamente recomendable para crear una nube en casa.