¿Compensa tener un coche eléctrico tras el subidón de la gasolina?

Las noticias sobre el récord del precio de la electricidad y de la gasolina en el mercado van camino a insensibilizarnos, como otros temas de actualidad. Sin embargo, mirando a nuestro bolsillo, no son pocos los que han buscado al coche eléctrico para desprenderse de los altos precios de la gasolina, que superan hoy con creces todas las posibles expectativas. Ahora bien; ¿compensa elegir el modelo electrificado?
Los precios energéticos, los más altos
La invasión rusa de Ucrania tiene a todos en vilo. Una crisis que se viene dando desde hace varios años, pero de la que se materializó este pasado mes de febrero con incesantes bombardeos sobre las grandes ciudades y que ha generado el éxodo masivo de la población ucraniana. Esto, como tal, ha llevado los precios energéticos a niveles históricos, debido a las sanciones, las restricciones y a los cierres de fronteras.
Unos efectos que no solo afectaron al precio de la luz, donde España y el resto de Europa está contando con los costes más altos de su historia, sino que, también, el del petróleo se encuentra en su cota más alta en los últimos 14 años… y la subida podría acentuarse aún más.
Con todo, si antes ya se creía que un vehículo eléctrico era más eficiente frente a los de combustión, esta idea se reafirma aún más con el elevado precio de la gasolina y el diésel hoy. Pero, la pregunta toma ahora otros tintes: ¿sería más barato con el eléctrico que hacerlo con de gasolina?
El eléctrico, una mejor alternativa al de gasolina
Aunque la brecha de precio que separa a los eléctricos es cada vez más delgada, sigue siendo fácil encontrar conductores que se aferran a su coche de combustión porque lo creen más barato. En un informe reciente la OCU calculó algo interesante. «Si recargas el coche eléctrico por la noche con tarifa PVPC, cada 100 km cuestan unos 2,66 euros. «Con un coche de gasolina pagarías 10,6 euros y 8,3 euros con un diésel», resaltan.
De entrada, como vemos, lo es. El error está en no mirar más allá. Hay que hacer un cálculo aproximado de lo que cuesta tener un coche a lo largo a lo largo de su vida útil para encontrar el ahorro que supone conducir un eléctrico. Entre las variables a anotar en esta contabilidad destacan el gasto en consumo y los kilómetros que se recorrerán.
kilómetros a partir de los cuáles la compra de un eléctrico resulta rentable: son 100.000 km. Mientras, para los que son el caso de los híbridos enchufables, con ellos se compensa a partir de los 140.000 km recorridos. El ahorro es menor que con los eléctricos, pues solo se produce durante los primeros 40 o 50 km.