La DGT complica la renovación del carnet para mayores de 65 años con estos nuevos requisitos

En España no existe un límite de edad para conducir, aunque sí se está estudiando controlar más la salud de aquellos conductores que superan los 65 años reduciendo los períodos de renovación. El objetivo de la DGT es garantizar la seguridad de todos, y más para nuestros mayores (y los que les rodean).
Todos sabemos que hasta los 18 años no se puede conseguir el carnet de conducir de coches en España. Es cierto que han existido rumores (e incluso más que eso) para rebajar la edad hasta los 16 años, pero por el momento nada ha terminado de cuajar. Lo que no existe es una edad máxima y todo dependerá de las facultades del conductor que debe enfrentarse al psicotécnico (cómo el resto de conductores) al renovar este permiso.
En España no hay límite de edad para conducir, pero…
¿Debería haber un límite de edad a la hora de conducir? Los defensores de esta postura consideran que, con el paso de los años, hay ciertas personas que deberían dejar el coche aparcado en su garaje. Otros, por su parte, creen que las capacidades van ligadas a las personas y no a una edad determinada. La realidad es que en España no hay un límite de edad para conducir.
De hecho, el pasado año se llevó a cabo la modificación de aspectos claves de la Ley de Tráfico por motivos de seguridad vial, siempre dentro de la estrategia de seguridad vial 2030, un plan con fases que pretende
¿Es peligroso conducir a esta edad?
Por tanto, aquellas personas que superen la edad mencionada y tengan que renovar su carnet de conducir tendrán que facilitar un impreso de solicitud oficial, el DNI, una fotografía actualizada y un informe de aptitud psicofísico.
Porque no; por contar con una edad mayor no se tiene por qué pensar que son peligrosos estos conductores. Lo vemos con estudios como el de Mapfre, donde se destaca que los conductores de la tercera edad no son un peligro en las carreteras. De hecho, su tasa de accidentalidad es cuatro veces menor que la de los menores de 25 años y menos de la mitad que la de los conductores entre 35 y 44 años.
Una consecuencia directa de respetar más los límites de velocidad, no ser tan agresivos en la conducción y aceptar mucho mejor sus propias limitaciones (auditivas y visuales, sobre todo), motivo por el que recorren menos kilómetros y evitan conducir de noche.