Eléctrico o de gasolina: el calor puede estropear estas partes de tu coche

El coche se ve afectado por las altas temperaturas si no está bien refrigerado, ya que puede superar hasta en 20º la temperatura exterior. Es así que el calor tiene una influencia muy negativa sobre tu coche, sobre todo en el motor. Pero esto no ocurre solo en los coches tradicionales de gasolina, sino también en los que pueden ser los vehículos electrificados. ¿Cuáles son las partes más propensas a estropearse por ello?
La influencia del calor es muy negativa para tu coche
Efectivamente, no son pocos los elementos que pueden verse afectados por las elevadas temperaturas y, por tanto, es conveniente revisar a menudo todos ellos, especialmente cuando se va a emprender un viaje largo. De todas formas, también es importante estar alerta al cuidado y tratado del vehículo más allá de tiempos puntuales, como te puedes imaginar.
Hay muchos aspectos mecánicos de los vehículos que pueden verse afectados por las altas temperaturas, Además, el calor reduce el rendimiento del motor del coche y merma la capacidad de reacción del conductor, por lo que se convierte en un combo muy peligroso para la seguridad vial en carretera.
Además, en lo que se refiere a nosotros, conducir con más de 30 grados provoca que los errores al volante aumenten un 20%. A esto, la misma DGT mantiene que debemos regular el aire acondicionado o el climatizador antes de ponernos en marcha y no mientras conducimos.
Cuáles son
Es más; según estudios como el de ALD Automotive, durante esta estación veraniega aumenta casi el doble las asistencias de emergencia, mientras que el pronóstico es que este año el verano sea algo más cálido de lo habitual.
Por tanto, y bien sea un coche eléctrico o de gasolina, es importante que tengas en cuenta que algunos componentes de tu coche no soportan el calor y el sol tan bien como tú, así que toma nota para alargar lo máximo la vida útil de tu vehículo, así como para que no te pueda dejar tirado en carretera.
Sistema de frenado
El sistema de frenado es uno de los elementos que más sufre con las altas temperaturas ya que las pastillas, al actuar por fricción (sobre el disco de freno o tambor), están expuestas constantemente al efecto calorífico.
Además, los discos pueden combarse bien por el calor que genera la presión y el rozamiento de las pastillas o bien por la temperatura exterior, llegando incluso a afectar a los latiguillos de freno. Por eso es necesario antes de salir carretera, comprobar el estado de las pastillas, de los discos y el nivel del líquido del circuito.
Neumáticos y sistema de refrigeración
La presión de los neumáticos también se ve muy afectada por las elevadas temperaturas. Aunque los cuidados necesarios varían según el tipo de neumático, la atención a la presión y las paradas periódicas para dejar que se enfríen son precauciones comunes a todos ellos.
Por otro lado tenemos el sistema de refrigeración, el cual también se ve afectado. Para ello, y sobre todo para evitar un calentón de motor, la mejor recomendación es realizar una revisión para descartar posibles fugas. El líquido refrigerante es el encargado de que el motor no se caliente en exceso cuando está en marcha. La falta de éste en el vehículo, sumado al calor del sol directo, puede darte un susto importante o provocar una avería grave.