La la DGT viene empleando diversas técnicas y todo tipo de radares para tratar de multar a todos aquellos que exceden los límites de velocidad. En el caso de los radares camuflados, por su propia naturaleza, tratan de ponerse de lo más original para pillar a quien conduce por encima del límite.
Desde que se introdujera la reforma de la Ley de Tráfico en el pasado 2022, el organismo de la DGT siempre ha sido de la idea de que el incremento de los siniestros mortales se debe principalmente a los excesos de velocidad, por lo que ha buscado desde entonces reforzar su vigilancia en las vías rápidas con radares móviles.
Además de coches camuflados, la Guardia Civil cuenta con otros tipos de vehículos camuflados. Por ejemplo, según datos de The Objective, 34 motocicletas que llevan sólo un par de años en funcionamiento, 14 furgonetas y hasta dos camiones, estos últimos realmente indetectables entre el tráfico rodado de la carretera.
Sitios extraños para colocar radares
Una de las premisas de colocar un radar camuflado por parte de las autoridades de tráfico es que su presencia trate de pasar desapercibida y por tanto los conductores no peguen el frenazo antes de encontrárselo.
Los radares Velolaser, implantados recientemente de cara a esta campaña de verano, son el ejemplo perfecto. Tienen dimensiones inferiores a 50 centímetros y un peso inferior a medio kilogramo, así que es complicado percatarse de su presencia. Además, cuentan con una batería de hasta cuatro horas de funcionamiento ininterrumpido y conectividad inalámbrica a través de WiFi y Bluetooth, lo que permite a los agentes controlarlos a distancia sin necesidad de cables. Sin embargo, estos radares que están siendo colocados además de en soportes también en señales de punto kilométrico o balizas de iluminación nocturna, no son los más inverosímiles.
SocialDrive@SocialDrive_esUn radar en movimiento por la autopista multando con el flash a los conductores📹 Barcelona https://t.co/ikKxYvEXqu
03 de enero, 2023 • 12:22
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En Socialdrive, la aplicación para informar y ser informado sobre radares, controles u otras incidencias de tu zona, encontramos varios ejemplos que cuesta creer. En ocasiones podemos encontrar que los radares móviles no son vehículos estacionados al margen de la carretera esperando que pases a gran velocidad, sino que pueden multar ellos también moviéndose.
Los colores también nos pueden ayudar a distinguir coches camuflados. Suelen ser colores tradicionales y no demasiado llamativos como gris plata, negro, blanco. No esperes encontrarte coches camuflados de tonos llamativos como amarrillo o naranja.
Sin embargo, el truco definitivo es echar un vistazo al portamatrículas. Si lleva un soporte publicitario que muestra el concesionario responsable de la venta, entonces puedes estar seguro de que no se trata de un coche camuflado de la Guardia Civil.
Estos vehículos también disponen de rótulos luminosos en la luna trasera y en el parabrisas. Cuando están apagados son más difíciles de distinguir, pero puede que una sombra te ayude a saberlo de antemano.