En la decisión sobre la reutilización o el reciclaje de las baterías de los vehículos eléctricos, marcas como la de Ford es otra de las que encaminan este rumbo con el propósito final de tener una línea más beneficiaria con el medioambiente, y es por esto que se ha unido a Tesla y a la empresa de su cofundador para este fin. El objetivo es reducir el coste de dichas baterías y hacer que los vehículos sean más sostenibles.
Un planteamiento fundamental
Mientras los fabricantes de vehículos eléctricos se esfuerzan por aumentar la duración de sus baterías, mejorar el rendimiento de los motores y dotar de mayores prestaciones al resto del vehículo, otras empresas desarrollan la tecnología necesaria para reciclar el aluvión de acumuladores gastados que se avecina. En la Unión Europea, actualmente, solo se reciclan el poco más del 10% de las baterías de litio que salen al mercado. Se estima que el sector del reciclaje de baterías de litio crecerá a una tasa del 22,1 % anual hasta alcanzar los 23.720 millones de dólares en el 2030.
Es por esto que el camino alternativo a esta difícil situación pasa, directamente, por el reciclaje de baterías, por lo que Ford ha tenido a bien la asociación con Redwood Materials, que trabaja con Tesla, para enfocar este fundamento que cada vez se hace más importante y menos cuestionable para los que son esta clase de vehículos.
Y es que, dichas baterías están compuestas por metales tóxicos, materiales plásticos y también por ácidos. Y ninguno de estos elementos es fácil de transformar o aprovechar. En las baterías de los coches eléctricos encontramos un poco de todo. Materiales recuperables, pero también peligrosos y contaminantes. Por lo que este planteamiento de la firma americana se hace más que necesario.
De qué trata
Lo hacen con el objetivo de integrar el reciclaje de baterías en la estrategia de electrificación de Ford, una operación con la que la marca ya ha aprobado invertir la cantidad de 30.000 millones de dólares hasta 2025 en vehículos eléctricos y todo tipo de tecnologías relacionadas. A esta, además, se le incluye la asociación con Redwood, por lo que se podría decir que, por medio de las baterías, Ford y Tesla se aúnan.
Esto lo hemos visto de primera mano con la empresa de Elon Musk, la cual, por su parte, ha sabido ayudar a reducir las extracciones de las materias primas, logrando así reducir también la huella medioambiental de la producción de las propias baterías. En consideración y mostrando la viabilidad del proyecto, recientemente anunció que los primeros módulos son capaces de extraer un valor de 921 kWh en metales de baterías de 1000 kWh para producir nuevas unidades.
Por último, esta colaboración permitirá poder integrar procesos de reciclaje de batería avanzados en las propias fábricas de la compañía y también que sea uno de los principales proveedores de batería para los próximos eléctricos de Ford. ¿Está la solución al problema más cerca?