Como sabréis si habéis seguido la actualidad de los coches eléctricos, la Unión Europea prohibirá a los fabricantes de automóviles la venta de coches nuevos que no sean 100% cero emisiones a partir de 2035. Esta imposición sobre el tipo de coches que comprar para controlar las emisiones no contaminantes ha causado que se haya presentado una demanda colectiva tratando de evitar este imperativo.
Para tratar de aumentar el tipo de vehículos autorizados a partir de 2035, una empresa alemana ha llevado la medida a los tribunales por considerarlo una medida ilícita. Su responsable es incluso más duro y considera que estas medidas se basan en ideología, no en hechos.
Forzar a comprar eléctricos
Como decimos, la prohibición de la Unión Europea hará que muchos conductores opten por
Con una reducción del 80% de la contaminación, este también llamado ‘hidrógeno verde’ que se obtiene de esta reacción se combina con el CO2 del aire para producir metanol sintético, que luego se convierte en e-fuel. Ello hace que pueda convertirse en combustible esencial para otros transportes, que no pueden ser eléctricos, como los aviones o barcos pues requieren de una autonomía enorme que la electrificación no puede dar. Si los mencionados transportes dejan de usar la gasolina tradicional, empleando la sintética, la contaminación se reduce al mínimo.
En cuanto a los principales inconvenientes, más allá de la no autorización a efectos por parte de la Unión Europea, si echamos un vistazo al proceso de obtención del e-fuel, vemos que son los costes de producción el principal problema de adopción de este tipo de combustible, lo que se acaba haciendo pagar al bolsillo del conductor. El objetivo es conseguir una disponibilidad cada vez mayor de e-fuel a nivel mundial, así como un abaratamiento del coste de producción, y por lo tanto del coste que tendrá que pagar el final para poder usarlo en su coche.