Porsche reconoce que la transición planificada al coche eléctrico es imposible

Son varias lar marcas que ya están abandonando sus objetivos de venta de coches eléctricos en los próximos años debido a que la demanda no está siendo la esperada. Una de las marcas que más se la está pegando en este sentido es Porsche que ha aparcado finalmente el objetivo de conseguir que en 2030 ocho de cada diez coches que venda sean eléctricos.
Dicen que las cosas caen por su propio peso, pero parece que con el coche eléctrico no va a ser así. La urgencia climática, que sí es una realidad evidente, choca con las necesidades de los s y, sobre todo, con la mermada economía de buena parte de los ciudadanos. Comprar un coche es caro y comprar un coche eléctrico es todavía más caro. Si eso lo unimos a las dudas sobre su fiabilidad y durabilidad o la falta de cargadores en muchos países (como por ejemplo España), tenemos el coctel perfecto para explicar cómo la transición planificada (y obligada) está siendo un desastre.
8 de cada 10 coches serán eléctricos
Las acciones de Porsche empezaron el año cotizando por encima de los 110 euros por título y ahora mismo lo hacen por debajo de los 70 euros. Esto supone una caída de casi el 38% del valor de la empresa en lo que llevamos de año y las alarmas ya han saltado en la marca de superlujo.
Por ello, el fabricante ya ha empezado a abandonar sus objetivos de ventas de vehículos eléctricos. A la bajada de la demanda de los consumidores se ha unido la crisis del mercado automovilístico en China. El objetivo de esta marca del grupo Volkswagen era conseguir que en 2030 ocho de cada diez coches que vendiera fueran eléctricos.
“La transición a los vehículos eléctricos llevará más tiempo del que suponíamos hace cinco años” ha asegurado el fabricante en un comunicado, en el que ha puntualizado que las ventas dependerán de la demanda y la evolución del mercado de vehículos eléctricos a nivel global.
Curiosamente, en marzo, el consejero delegado de la marca, Oliver Blume, afirmaba que “se mantendría fiel a sus objetivos” con respecto a la transición al coche eléctrico. Sólo 4 meses más tarde tenemos volantazo hacia el otro lado de una marca que parecía tenerlo muy claro con respecto al coche eléctrico.
La decisión de frenar los objetivos de ventas de eléctricos llega después de que, a principios del mes pasado, los accionistas pidieran al consejo de istración y la dirección de la marca dar marcha atrás en sus inversiones de electrificación de las ventas durante los próximos años. Estos se mostraron muy preocupados por la deriva bursátil de la firma.