¿Hay suficiente litio en el mundo para las baterías de los coches eléctricos?

No es nuevo que el planeta corre peligro por el calentamiento global. En general, muchos han culpado al coche tradicional de combustión, de ahí que los coches a baterías eléctricos hayan tomado tanta forma y protagonismo para una nueva era más sostenible y ecológica para el medio ambiente. De todas formas, hay una pregunta que empieza a formularse y de la que no todos tienen respuesta: ¿cómo se encuentra el mundo con el litio para la fabricación de baterías de coches eléctricos? ¿Hay suficiente?
Qué pasará con el litio de las baterías y sus coches eléctricos
Uno de los principales componentes de todos los vehículos eléctricos (sino el que más) son sus baterías. Su importancia es tal que la autonomía y el precio del coche dependen del tipo y tamaño de la misma. Así, este acumulador de energía almacena la electricidad mediante elementos electroquímicos.
El cual es un proceso con pérdidas mínimas que permite un rendimiento próximo al 100%. Las baterías, dispuestas a entregar esta energía en cualquier momento, soportan un numero finito de ciclos de carga y descarga completos, que es lo que se conoce como ciclo de vida.
De todos modos, entrados en el aspecto medioambiental, también es verdad que al componer estos coches eléctricos, sus baterías también tienen un entramado difícil de soportar, más si vemos que en la actualidad cada vez son más el número de este tipo de vehículos que están proliferando en nuestras calles. Entonces, la pregunta es obligada: ¿qué pasará con el litio que se usa para los mismos?
Se consume más que nunca para estas baterías
Para entender cómo están estructuradas y organizadas estas baterías de litio de los coches eléctricos resulta más sencillo hacerlo partir de las unidades fundamentales de almacenamiento energético en las que se estructuran que son las celdas. Estas celdas electrolíticas se asemejan por su forma y, en parte, por su tamaño, a los populares power banks para dispositivos portátiles.
Como tal, el litio es un material cristalino que actúa como cátodo, es el encargado de ceder carga negativa, los electrones. El carbono, ánodo, actualmente el material más habitual pero que tiende a dar paso a un derivado del mismo que es
Lo que vemos con ellas es que han avanzado mucho, pues ahora son 30 veces más baratas que cuando ingresaron al mercado por primera vez como baterías pequeñas y portátiles a principios de la década de 1990, con un rendimiento muy mejorado. Para los próximos años se prevé que su precio baje considerablemente, teniendo como resultado que estos coches eléctricos, que hoy siguen siendo más caros que los convencionales, puedan alcanzar la paridad de precios.
Qué posibles alternativas hay
Entonces, a la pregunta de si hay suficiente litio para fabricar baterías de coches eléctricos, la respuesta es sí, pero no con muchos años vista. La demanda mundial de este elemento se multiplicará por cuatro en los próximos años: alcanzará los dos millones de toneladas hacia 2030, desde las 500.000 toneladas actuales, según las estimaciones de S&P Global Market Intelligence. Para las mineras estadounidenses expertas en litio las previsiones van más allá: esperan que al inicio de la próxima década las necesidades del metal alcancen los tres millones de toneladas.
De ahí que salgan soluciones para no depender tanto de este material, como se está haciendo con las pilas de combustible de hidrógeno, por ejemplo, lo que resulta muy favorable, también porque estos coches necesitan de una batería mucho más pequeña. También se ha puesto sobre la mesa la alternativa con el silicio, actualmente el componente químico que mayores resultados está dando, pero todavía se desconoce su avance.