Hay muchos componentes de hardware y puede que no sepamos qué es cada uno de ellos, qué partes forman un dispositivo y cuáles son los conceptos que quizá debemos conocer. Por ejemplo, qué es el chipset. Hemos escuchado hablar del chipset en muchas ocasiones o lo leemos en tutoriales y especificaciones pero, ¿qué es? ¿Qué función tiene o por qué es uno de los elementos más importantes?
En función del grado de familiarización que tengas con el ámbito tecnológico y de la electrónica, es posible que no conozcas todos los componentes que intervienen y que favorecen que tus dispositivos puedan funcionar de manera correcta. De entre todos ellos, uno de los que tiene una mayor importancia es el chipset, que se encuentra en la placa base de nuestros equipos y que, sin él, sería imposible poder disfrutar de todas las funciones que nos ofrecen.
Aunque se trata de un concepto complejo y largo de explicar, en los próximos párrafos trataremos de definir el chipset de la forma más sencilla posible para que puedas comprender qué es, para qué sirve o cuál es su principal misión. Los fabricantes de hardware han trabajado en este chipset desde hace años, aunque actualmente la tecnología ha avanzado y su significado se ha modificado, refiriéndonos habitualmente al PCH como “chipset”, como veremos en los próximos párrafos…
Qué es el chipset
Un ordenador o dispositivo está compuesto de una serie de circuitos y componentes que ya sabes como la tarjeta gráfica, por ejemplo. Y entre ellos, el chipset. El chipset es el cerebro de la placa base de un ordenador. El que controla y es encargado de organizador todos los datos entre el procesador y el resto de los componentes que tiene el ordenador.
Es decir, tu tarjeta gráfica o tu disco duro o tu ratón emiten una serie de datos. Cuando tecleas emites datos. Cuando mueves el ratón emites datos. Lo que hace el chipset es funcionar como centro de control, como control de tráfico en la placa base. Gestiona el tráfico de datos de los componentes del ordenador de la forma más eficiente posible así que consigue que el rendimiento sea bueno.
Aunque vamos a hablar de sus funciones más adelante, está bien que conozcamos que un chipset es fundamental para el funcionamiento de cualquier equipo, puesto que se encarga de controlar el flujo de datos que existe entre el procesador, la memoria y todos los periféricos que tiene un equipo como, por ejemplo, un ordenador.
¿Dónde está el chipset?
El chipset es un componente crítico que permite que los diferentes componentes de un ordenador funcionen juntos de manera efectiva, lo que es esencial para el rendimiento y la estabilidad del sistema. Se encuentra en una ubicación específica en la placa base, pero el lugar en concreto puede variar según el modelo y fabricante de la placa base.
El conjunto de chips suele ubicarse en el centro o parte inferior de la placa base, cubierto por un disipador metálico pequeño. Su presencia es fundamental y, aunque pueda pasar desapercibido para los s menos expertos, es necesario para gestionar las rutas de comunicación.
El chipset suele colocarse debajo del ventilador del disipador de calor de la U y cerca de los slots de expansión de la placa base. En la mayoría de los casos, el chipset se encuentra oculto debajo de un disipador de calor, que se encarga de disipar el calor generado por el chipset para evitar que se sobrecaliente y se dañe. No es tan visible ni tan grande como el procesador, que se encarga de ejecutar las tareas, pero eso no significa que no cumpla con funciones muy importantes en tu dispositivo.
Funciones de un chipset
El chipset y la placa base no son lo mismo. Sin embargo, un conjunto de chips es parte de una placa base y es la parte que determina qué componentes ite la placa base.
Como ya hemos anticipado previamente, la función principal de un conjunto de chips es istrar el flujo de datos entre el procesador, la memoria y los periféricos en un ordenador o dispositivo. Actúa como una especie de controlador de tráfico que garantiza que todos los diferentes componentes puedan comunicarse e intercambiar datos entre sí de manera eficiente.
Las funciones específicas de un chipset incluye el control de transferencia de datos entre el procesador, la memoria y la tarjeta gráfica. Se trata de dispositivos de alta velocidad de datos. Además, istra la energía a los diferentes componentes del sistema y da soporte para distintas funciones de hardware y software.
Por lo tanto, una vez conocemos esta información ya podemos entender el motivo de que su correcto funcionamiento sea tan importante. Siendo el nexo de unión que todos los equipos necesitan para funcionar de manera correcta.
Los componentes y partes de un chipset varían según el fabricante y la generación del chipset, pero normalmente incluyen:
- Puente norte: Es el circuito integrado encargado de manejar las comunicaciones entre la U, la memoria RAM y otros componentes, como la tarjeta gráfica y la tarjeta de sonido.
- Puente sur: Es el circuito integrado encargado de manejar las comunicaciones entre la U y otros componentes, como los dispositivos de almacenamiento (disco duro, unidad de CD/DVD, etc.), los puertos USB, el puerto Ethernet y otros dispositivos periféricos.
- Controladores de entrada/salida (E/S): Son circuitos integrados que se encargan de controlar el flujo de información entre la U y los dispositivos periféricos, como el teclado, el ratón, los puertos USB, la tarjeta de sonido, etc.
- BIOS (Basic Input/Output System): Es un firmware que se encarga de inicializar el hardware del ordenador y de cargar el sistema operativo.
- Reloj del sistema: Es un circuito integrado que genera y controla el reloj del sistema de la computadora, el cual es utilizado para sincronizar las operaciones de la U y otros componentes.
Tipos de chipsets según el fabricante
Aunque el procesador y el chipset no sean lo mismo, su compatibilidad es clave y es por eso que normalmente se tienen en cuenta como un pack. Dependiendo del fabricante del procesador, existen diferentes chipsets. Por ejemplo, Intel cuenta con Z790, B760 O H610, cada uno con distintos niveles de funciones y precios. Los chipsets más comunes del ecosistema AMD son X670, B650 o A620.
El chipset influye a su manera en el rendimiento, por lo que es importante tener uno bueno en nuestros ordenadores. Este elemento no acelera directamente la ejecución de las tareas, pero puede permitir o limitar características que sí que se encargan de ello. Si, por ejemplo, tenemos un PC con un chipset de gama alta, podremos usar memoria RAM más rápida, realizar overclocking, añadir más unidades de almacenamiento o utilizar varias tarjetas gráficas. En caso contrario, si el dispositivo dispone de un chipset más básico, habrá opciones que no lleguen ni a estar disponibles.
Para elegir el chipset adecuado, dependerá del uso que vayas a hacer del ordenador. Si principalmente lo vas a utilizar para tareas de ofimático o navegación web, una opción básica es suficiente. No obstante, para jugar a videojuegos, edición de vídeo o si eres desarrollador web, conviene decantarse por PCs con un chipset de gama media o alta. Es importante informarse sobre el chipsep de un dispositivo antes de adquirirlo, ya que escoger la opción correcta no solo garantiza un mejor rendimiento, sino que alarga la vida útil del equipo.