Imagina una bomba nuclear que se lance en el espacio y que pueda eliminar todos los satélites que se encuentre en un radio de espacio determinado. Eso es lo que Estados Unidos cree que Rusia puede estar creando y que, de ser real, pondría a las principales potencias del mundo en una situación de crisis importante.
Es obvio que la situación entre las grandes potencias del mundo está tensa. Mientras el conflicto entre Rusia y Ucrania siga adelante, todas las miradas estarán en la nación liderada por Putin. Y, la mayoría de esas miradas, no son con ojos de confianza. Desde la Casa Blanca llegan incluso a afirmar que creen que Rusia está fabricando en estos momentos armas espaciales antisatélite. ¿Su uso de verdad sería tan catastrófico como se nos está insinuando?
Consecuencias terribles
Desde Estados Unidos alertan porque la existencia y el uso de esta arma sería un gravísimo problema a muchos niveles. Por un lado, el efecto que podría tener si contase con la capacidad de destruir satélites en un amplio radio, sería terrible. A día de hoy cada vez se depende más de los satélites que están en el espacio y, en el futuro, va a ser algo que todavía aumente más. Destruir esos satélites podría darle a quien use el arma una ventaja importante respecto a los demás países.
Hay 112 países que han firmado el acuerdo, incluido España, que lo hizo en el año 1968. Lo establecido en el mismo es muy importante y lo más probable es que ninguna nación lo quiera infringir. Desde Rusia, a tenor de las afirmaciones que ha hecho Estados Unidos, han negado que estén trabajando en ese tipo de arma nuclear espacial y han dicho que todo forma parte de las maniobras norteamericanas para desprestigiarles. También creen que extender este rumor le beneficiaría a Estados Unidos de otras maneras, incluyendo la obtención de más apoyo para Ucrania.
La realidad es que Rusia seguramente tenga en cuenta que, si usa un arma nuclear de estas características en el espacio, lo más probable es que se exponga a los mismos riesgos que los demás países. Al menos, en la Tierra. Porque está claro que el efecto dominó que se puede producir con la caída de basura espacial y restos de satélite tendría la posibilidad de dañar Rusia tal y como afectaría a los demás países.