Los científicos encuentran la forma de saber si un terremoto ha sido, en realidad, una prueba nuclear secreta

¿Y si algunos de los terremotos que se registran en el mundo entero no fueran naturales sino la consecuencia de pruebas nucleares? Un grupo de científicos ha creado una herramienta que puede llegar a saber la respuesta con un 99% de precisión.
Registros oficiales, donde se sabe que no queda constancia de todo, indican que, desde el fatídico momento en el que se detonase la primera bomba atómica en los años 40, se han realizado más de 2.000 pruebas nucleares. Con el paso del tiempo, los gobiernos implicados en este tipo de operación se han ido encontrando cada vez con más problemas para continuar llevándolas a cabo. Por ello, han recurrido a esconderse bajo tierra y así no tener que dar cuentas a nadie.
Los científicos lo saben
Organizaciones como la CTBTO (Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares) y multitud de grupos de científicos, son conscientes de la situación actual. Hay una lista de ocho naciones que está formada por Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, Corea del Norte, India y Pakistán, que llevan a cabo pruebas nucleares. Las realizan bajo tierra por dos motivos. El primero: por seguridad. El segundo: por secretismo.
En algunos casos, esas pruebas quedan registradas, en otros, quedan en el aire. Para muchos científicos, las ondas sísmicas y terremotos que se sufren en multitud de ocasiones son una demostración clara de cómo las pruebas nucleares no solo no se detienen, sino que aumentan. Por ello han decidido crear una herramienta que pueda poner cierto orden en la situación por la que pasa el mundo.
El método definitivo
Durante décadas, muchos científicos han intentado desarrollar distintos medios por los que conseguir descubrir si los terremotos que se registraban habían sido causados de forma natural o como consecuencia de una prueba nuclear. Algunas ideas se aplicaron con eficacia, pero sin precisión. Por ejemplo, se tenía en cuenta que, si un terremoto se producía cerca de un volcán, lo más probable es que fuera natural. Los científicos también valoraban la profundidad a la que se registraba la explosión, puesto que si era superior a 3 kilómetros resultaba poco probable que fuera provocada.
Pero, con el tiempo, los gobiernos fueron tomando nota de todo ello y, por ejemplo, llegaron a hacer pruebas nucleares más cerca de los volcanes, para así intentar pasar desapercibidos. Otro método, el de calcular el impacto de las ondas corporales y superficiales, eficiente con anterioridad, también demostró ser ineficaz cuando falló en la detección de la prueba nuclear de Corea del Norte de 2017. Por lo tanto, todavía se estaba buscando una solución más adecuada.
en series postapocalípticas. Porque, de momento, no se ha explorado que ninguno de los grandes terremotos ocurridos en el mundo sea consecuencia de una prueba nuclear, pero tampoco sería algo que habría que descartar en su totalidad.