Todos conocemos los agujeros negros, ¿pero y los blancos? ¿Existen? La teoría dice que sí, que son matemáticamente posibles y que podrían estar ahí fuera, esperando a ser descubiertos. Pero los científicos todavía los están investigando. Si alguien los descubre y confirma su existencia real, podría ser uno de los grandes hallazgos que haga la ciencia en mucho tiempo.
¿Qué entendemos como agujero negro y por qué puede existir uno blanco? No dejes que la teoría y la jerga científica te sature. Recuerda que, un agujero negro se produce cuando una fuerza gravitacional como una gran estrella, colapsa y lo comprime todo en una singularidad. Y la gravedad que hay en ese punto, esa singularidad, es tan fuerte que no hay nada que pueda salir de ella. Se le llama agujero negro porque ni la luz tiene capacidad de escapar. ¿Y un agujero blanco?
Partimos del trabajo de Einstein
La teoría de la relatividad de Einstein tiene mucho que ver con la explicación de la formación de los agujeros negros y también es aplicable si pensamos en los blancos. El único detalle que hay que tener en cuenta para continuar con este camino de investigación es que damos por entendido que en la teoría de Einstein el flujo del tiempo no es un factor que importe. Partiendo de eso, solo es necesario utilizar una serie de operaciones matemáticas que serían simétricas y que servirían tanto hacia adelante como hacia atrás.
Aunque son muchos los científicos los que están intentando encontrar agujeros blancos y dar con una explicación definitiva a los mismos que pueda confirmar su existencia, lo más probable es que estemos hablando de grandes gigantes fruto de la imaginación. Y, como le ocurría a Don Quijote con los molinos, por mucho que los científicos los persigan e intenten alcanzarlos, la realidad es que será algo que nunca llegara a ser confirmado. Pero eso no impide que haya una buena parte de astrónomos y expertos que lo sigan intentando y que, quién sabe, quizá algún día hagan ese formidable descubrimiento que sería confirmar su existencia.