Los científicos creen que las lunas Encélado y Europa del Sistema Solar podrían tener vida sobreviviendo bajo el hielo

Los científicos del mundo entero se están acercando cada vez más. La búsqueda de vida en otras partes del universo comienza a dar muestras de que podría obtener resultados positivos pronto. En este caso, los expertos creen que hay esperanza con las lunas de Europa y Encélado que están en nuestro Sistema Solar.
No es la primera vez que se habla sobre Encélado y Europa como los lugares donde existe más esperanza, al menos en nuestro Sistema Solar, de encontrar vida. Son dos lunas heladas en las que se piensa que podría haber vida superviviente debajo de sus superficies congeladas. La presencia de océanos líquidos bajo la superficie helada sería lo que abriría la puerta a que pudiera haber vida en estos dos lugares.
¿Dónde están estas lunas?
Europa es una de las lunas más grandes que tiene Júpiter, planeta que dispone de casi 100 lunas, así que no es una cifra precisamente reducida. Por su lado, Encélado forma parte de Saturno, que todavía tiene una cantidad de lunas superior: 146. En ambos casos se trata de lugares helados que han despertado las esperanzas de los científicos por las posibilidades que pueden aportar de esconder vida.
En las dos lunas, los científicos piensan que pueden llegar a encontrar aminoácidos y ácidos nucleicos que servirían como señales de la existencia de vida. Estos dos elementos suponen la base de las bioseñales que revelarían que en Encélado y Europa hay algo más de lo que se podría haber imaginado con anterioridad. Y lo más importante es que, en estos momentos, se desvela que existe la posibilidad de que esas moléculas estén muy cercanas a la capa de hielo de la superficie.
¿Qué significa eso? Los expertos lo tienen claro: en el momento en el que lancen landers robóticos en el futuro, módulos de aterrizaje más avanzados que los actuales, podrían llegar a sacar esas moléculas y estudiarlas o incluso traerlas a la Tierra. En especial, creen que la misión en Encélado puede ser realmente sencilla y que, por sus características, el robot prácticamente no tendría que hacer casi ningún trabajo de peso.
¿Pero tienen vida en el océano?
Esta es la gran pregunta que todo el mundo se hace y que los científicos no responden de una manera directa. No solo porque no pueden tener certeza de ello, sino también por lo que puede significar. Lo que sí mencionan son varias cosas. La primera de ellas es que, indudablemente, es muy complicado que exista vida o pueda existir en la superficie de estas lunas. Tanto por la falta de gravedad como por todas las amenazas a las que se exponen estas lunas, desde rayos cósmicos hasta supernovas y la lluvia de otro tipo de partículas nocivas.
La segunda es que, la protección que proporciona la capa helada, y el calor geotérmico que aportan los planetas correspondientes tanto a Encélado como a Europa, podría llevar a que sí hubiera vida. Habría distintos factores que influirían en ello, como la presencia de una fuente de energía o que la química sea la adecuada. No obstante, son posibilidades sólidas.
Para seguir investigando acerca de ello, un grupo de científicos ha querido poner a prueba una serie de aminoácidos para comprobar cómo reaccionarían a determinadas condiciones. Los han sometido a temperaturas extremas y a rayos gamma para ver si los aminoácidos podrían sobrevivir. También han probado qué ocurriría si se combinaran con materiales de meteoritos y otros cuerpos. Al final, las pruebas han sido muy beneficiosas y positivas para seguir investigando. Su trabajo se ha publicado en Astrobiology en el enlace que te dejamos en la fuente.
Los resultados son tan esclarecedores que proporcionan información incluso del nivel de profundidad al que habría que trabajar para conseguir estas moléculas y las localizaciones de Encélado y Europa donde sería más factible encontrarlas. Una de las conclusiones adicionales descubiertas es que los aminoácidos tienen más posibilidades de degradarse cuando se combinan con sílices, por lo que es recomendable que las misiones que se lancen hacia Encélado y Europa eviten estos lugares. En contraposición a esto, los aminoácidos existentes en microbacterias muertas se degradan más lentamente, por lo que resultan el objetivo ideal.