La improbable posibilidad de que un satélite caiga justo en una ubicación concreta

No son pocas las veces en las que los científicos se quejan de que los satélites colocados en la órbita terrestre impiden las investigaciones astronómicas en la Tierra. Sin embargo, ese no es el único problema de la basura espacial que rodea nuestro planeta. A esto se le suma que mucha tecnología que colocamos en su día para que de vueltas alrededor del mundo no tiene un sistema de desorbitación controlado. Conforme más escombros tenemos varados en la órbita, mayor es la preocupación al respecto. Pero, ¿qué probabilidad hay de que un satélite caiga justo donde estamos?
Las agencias y empresas aeroespaciales no solo tienen proyectos para viajar a la Luna, a Marte, explorar el Universo o mandar a astronautas a investigar en la Estación Espacial Internacional (EEI). También trabajan para desorbitar satélites que en su día pusieron a dar vueltas a la Tierra. Hay tecnología espacial que rodea nuestro planeta que ya está en desuso y solo genera problemas.
Los ingenieros están diseñando dispositivos con tecnología de maniobra avanzada, para controlar la trayectoria de los satélites que reingresan, y alternativas que se desintegrarían al entrar por la atmósfera terrestre. No obstante, incluso con estos inventos, todos los fragmentos de satélites que vuelven suponen un riesgo. Si bien la posibilidad de que genere daños materiales, de animales o humanos es prácticamente nula, sí que puede suceder.
El aumento de satélites en órbita en las últimas décadas, especialmente en los últimos 30 años, hace la gestión del final de su vida útil sea un asunto prioritario para las agencias espaciales. Cada vez tenemos más lanzamientos que cuentan con un plan preciso de desorbitación segura, pudiendo ser con propulsores integrados o con velas de arrastre que reduzcan su altitud. La Agencia Espacial Europea (ESA) y otras entidades exigen cumplir una serie de medidas de limpieza espacial para que, de aquí a unos años, el espacio que rodea a la Tierra no se convierta en un vertedero de satélites.
La posibilidad de daño por impacto de un satélite
Un estudio de The Aerospace Corporation, publicado en 2020, trató de responder a la preocupación del riesgo de que la reentrada de los satélites
A la hora de la verdad, los accidentes aéreos presentan un riesgo superior, debido a la integridad y combustible de los aviones. Los restos espaciales son normalmente pequeños y se desintegran al entrar a la atmósfera. Un incidente fatal sería prácticamente imposible y son diversas las agencias que respaldan la seguridad de la tecnología que ponemos en órbita. El margen de error que tienen los sistemas de maniobra controlada que aplican a los satélites para su reentrada supera el 99,99% y no deberías preocuparte.