El rover Curiosity de la NASA hace un sorprendente hallazgo nunca antes visto en Marte

El rover Mars Science Laboratory (MSL), más conocido como Curiosity, lleva deambulando por Marte y enviando datos a la NASA desde 2011. A lo lado de estos años, el astromóvil ha hecho grandes hallazgos que nos han permitido conocer en profundidad al planeta vecino de la Tierra y no deja de sorprendernos. Recientemente, Curiosity ha descubierto algo jamás observado en la superficie marciana que ha dejado atónitos a los investigadores.
Curiosity ha detectado las moléculas de carbono más grandes jamás encontradas en Marte. Este descubrimiento supone un antes y un después en la exploración marciana, puesto que es una evidencia que los científicos relacionan como signo de vida pasada tal y como la conocemos en un planeta.
Según afirman los investigadores, estas moléculas orgánicas de cadena larga son relativamente complejas en la Tierra suelen estar relacionados con la biología. Los datos recopilados por el rover marciano podrían ser restos de fragmentos, tal y como señala el equipo de la NASA en el estudio publicado. Los ácidos grasos podrían ser componentes de grasas y aceites, algo que puede producirse mediante la actividad biológica en procesos que contribuyen a la formación de membranas celulares que rodean las células biológicas.
Todavía no hay certezas de que hubiese vida en Marte
Si bien las moléculas de carbono encontradas recientemente por Curiosity son las más largas localizadas en Marte hasta la fecha y esto sea una evidencia de vida, no necesariamente significa que hubiese vida en el pasado en el planeta rojo. Aunque los hallazgos sean más grandes que los encontrados otras veces, siguen siendo todavía muy pequeños como para que se pruebe que hubo vida. De hecho, los científicos creen que, si alguna vez hubo vida en Marte, probablemente fue de naturaleza microbiana.
Las moléculas orgánicas capturadas por los instrumentos científicos de Curiosity son átomos de carbono unidos en largas cadenas con otros elementos como hidrógeno y oxígeno. Los investigadores especifican que provienen de una muestra de una roca de unos 3.700 millones de años a la que han denominado ‘Cumberland’. Esta se ubica Bahía Yellowknife, una región en el cráter Gale de Marte que los científicos creen que, antiguamente, era un lago y que se secó.