Así es el vehículo no tripulado con lanzallamas que usará Ucrania para defenderse de Rusia
La guerra entre Rusia y Urania ya lleva unos cuantos años dando de qué hablar. Aunque el conflicto empezó mucho antes, el país gobernado por Vladímir Putin comenzó una invasión a gran escala sobre el territorio ucraniano en febrero de 2022. Desde entonces, Ucrania ha sobresalido por su fuerte resistencia, apoyada a nivel internacional por Europa y EEUU. Como parte de su defensa, ahora cuentan con un vehículo no tripulado con lanzallamas que serán de gran ayuda para contrarrestar los ataques rusos.
Se trata de KRAMPUS, un tanque autónomo que equipa un lanzallamas y que el Ministerio de Defensa de Ucrania acaba de aprobar para combatir a Rusia. En un comunicado, la entidad gubernamental ha especificado que esta máquina bélica podrán usarla los militares ucranianos contra soldados rusos o contra vehículos blindados.
Es bastante pequeño, pero su potente arma que escupe fuego esperan que sirva para pararle los pies al avance de las fuerzas de Putin. De hecho, gracias a su tamaño, KRAMPUS podrá transportarse en cualquier camioneta o tanque para llevarlo a la primera línea de combate.
![Imagen de twitter]()
Defense of Ukraine@DefenceUTechnologies win wars!
🇺🇦-made KRAMPUS mobile flamethrower strike system in service with #UAarmy.Features of KRAMPUS:
🔹 Compact: fits in a pickup truck
🔹 Powerful: armed with RPV-16 infantry rocket flamethrowers
🔹 Maneuverable: overcomes swamps, slopes, forests, sand
🔹 https://t.co/gDbTS6hkWY19 de mayo, 2025 • 16:06
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¿Cómo es KRAMPUS?
KRAMPUS es un vehículo terrestre que no necesita piloto y que se mueve gracias a un chasis con ruedas de oruga, como la de los tanques, pero en miniatura. Eso le permite desplazarse por todo tipo de terrenos sin dificultades. Sus desarrolladores aseguran que puede moverse por matorrales, arenas, pantanos e incluso subir cuestas pronunciadas, por lo que ninguna superficie se le resiste para llegar hasta el enemigo. Además, es resistente al agua, a temperaturas extremas (frío o calor) o a precipitaciones como la nieve.
Este vehículo no tripulado ucraniano funciona con dos motores eléctricos que son silenciosos. Por lo tanto, pueden utilizarse para operaciones militares sin miedo a que sea descubierto por el ruido. También está equipado con baterías, lo que le dota de la autonomía necesaria para funcionar durante varias horas sin que se agote enseguida.
Aunque su lanzallamas le permitiría actuar contra soldados enemigos, Ucrania lo usará para llevar a cabo patrullas y para labores de vigilancia y de guardia. KRAMPUS cuenta con dos cámaras que pueden grabar lo que ‘ve’ en todo momento y puede ser muy útil para los militares ucranianos durante el conflicto con Rusia.
El KRAMPUS dispone de una plataforma de configuración modular. Esta permite abrir las puertas con un despliegue flexible y rápido en áreas próximas al frente. Por ese motivo, pese a que inicialmente no se va a utilizar para combatir de forma directa, sino para vigilancia, este vehículo es un arma silenciosa que podría ser muy útil en la batalla. Al no necesitar que un humano lo conduzca dentro, puede ser un vehículo kamikaze que salvaría a los ucranianos del avance ruso en más de una ocasión.
El lanzallamas funciona con granadas y cohetes
En caso de necesitar abrir fuego, el lanzallamas que está incorporado es uno de infantería, el RPV-16. Este es muy potente y está colocado en la parte superior. El sistema es incluso capaz de lanzar granadas termobáricas, con un alcance directo de unos 600 metros y un alcance máximo que llega hasta los 1.000 metros.
El sistema de lanzallamas no solo lanza granadas, sino que serviría para sacar cohetes termobáricos. Si llegasen a lanzarse de estos, serían lo suficientemente potentes como para aniquilar vehículos de escaso blindaje, edificios, estructuras superficiales y unidades de batalla. En ese supuesto, el sistema con función de lanzacohetes tendría un alcance de 300 metros, con un alcance de observación máximo de 1 kilómetro.
El Ministerio de Defensa de Ucrania ha aclarado que, solo en 2024, han pedido producir y codificar más de 50 de estos sistemas terrestres. En un principio, lo usarán para tareas de reconocimiento, de minería, de patrullaje, de logística, de evacuación y, en última instancia, de operaciones de asalto y defensa.
