La comodidad de pagar una cuota mensual más baja supone un aumento muy relevante del gasto total de la compra. La diferencia entre pagar la hipoteca a 30 años o a 20 puede suponer un ahorro de muchos miles de euros en forma de intereses.
Una de las decisiones más importantes a la hora de adquirir una vivienda es el número de años que estarás pagando la hipoteca. En general, cuantas más mensualidades, mayor será el coste final de la compra.
En una simulación a un tipo de interés fijo, no cabría ninguna duda. Supongamos que la vivienda que queremos comprar cuesta 350.000 euros. Necesitaríamos obligatoriamente aportar una entrada de 70.000, y añadir a los 280.000 restantes los gastos de gestión de la compra, que rondarían el 10%. Si nuestra deuda con el banco es saldada en un plazo de 30 años, a un tipo de interés fijo del 2%, las cuotas rondarían los 1.165 euros, y el coste final de la vivienda habría sido aproximadamente 420.000 euros.
La comisión por aportar ahorro para reducir el coste de la hipoteca, o para cancelarla, se suprimió en 2023 con la intención de paliar las complicadas subidas de las letras de los pisos. El acuerdo se ha prolongado hasta finales de 2024, y aunque se alargase algo más, dejará de ser gratuito en cuanto el euríbor se modere, por lo que conviene negociar ese porcentaje con el banco en el momento de la firma.
El tope del coste de amortización es del 2% los primeros diez años, y del 1,5% a partir de entonces. Se trata de una cantidad muy elevada, que en épocas de intereses muy bajos convierte esta opción en un gasto, y no en una oportunidad. Lo ideal es que ese porcentaje sea lo más próximo a cero posible.
Por eso, cuando buscamos financiación para la compra de una casa, no solo debemos mirar el porcentaje que se nos vende en grande. Hay que profundizar mucho más: comprobar que para llegar a un buen acuerdo no nos toque pagar un seguro de hogar cinco veces más caro de lo habitual, contratar una alarma que no necesitamos, mover una nómina que en otro banco nos está ofreciendo mayor rentabilidad… Como decimos, hay que valorar también qué banco ofrece un suelo más bajo a interés variable, y cuál facilita una amortización de la hipoteca más barata.
Junto a ello, deberíamos hacer un repaso en profundidad de nuestra situación económica y comprobar qué número de años podemos endeudarnos como mínimo para llevar una vida tranquila y sin agobio económico, pero también sin gastos innecesarios en intereses.